Miro por mi ventana. Mietras escribo esta entrada veo a la carrozas cargadas de juguetes y de fábulas que van a refugiarse para que esta tarde niños, y no tan niños, disfruten a su paso. El entusiasmo, la euforia y la agitación están servidas... Cuento las horas, los minutos... estoy nerviosa, emocionada, no lo puedo evitar. Algo ha ocurrido a la hora en la que me he levantado para estar así. Eran las 10.30h de la mañana, un día de vacaciones en los que no tienes ganas de madrugar y en el que desde la cama, mirando por la ventana, veía la bruma y la niebla de una mañana fría propia del mes de enero. Quizá llueva. De repente el timbre de fonoporta suena. El cartero. Como cualquier mañana me he levantado para abrir. He ido hacia la cocina para prepararme el desayuno y antes de poder coger el tazón de la leche alguien llama a la puerta. De nuevo el cartero. Tenía un paquete en la mano y a modo de Page Real, me ha entregado mi primer regalo de Reyes. En el sobre ponía: "TE LO MERECES" y dentro de él había una muy dulce sonrisa que me he dibujado en la cara y de la que espero no tenerme que desprender en todo el año.
Felices Reyes***