Será por mi espíritu viajero, será por mi carácter inquieto (creo que ambas características van unidas, ¿verdad?), o simplemente porque me transmiten aromas, atmósferas y sensaciones, las maletas son uno de mis "fetiches" decorativos favoritos.
Creo que no soy el único ya que uno de los posts que más visitas ha recibido en la trayectoria de Etxekodeco es el que dediqué, al comienzo de mi andadura bloguera, a las maletas antiguas.
Entonces decía que las maletas (si son con pátina, mucho mejor) son un gran recurso decorativo, nos gusta rodearnos de ellas porque representan el encanto de lo transitorio, la metáfora del viaje, pero también porque disfrutamos abriéndolas y descubriendo lo que esconden en su interior. La caja de Pandora que se abre.
¿Qué os parece? Os estoy oyendo: ¡Muy Etxekodeco!