Mallorca es una tierra de recuerdos. Gustan mucho. Se habla de ellos. Se escriben, se pintan, se fotografian. En la playa de s'Estanyol de Migjorn, al atardecer, nos sorprende una pequeña comitiva... ¿una novia? No... Una niña que acaba de hacer la primera comunión. La familia ha decidido poner en marcha la fábrica de los recuerdos. Fotógrafo profesional, amigas íntimas, padres, público númeroso. Mallorca, tierra que suele vivir sus cosas importantes de puertas para adentro, ha sabido siempre también cómo celebrar a lo grande. Y cómo almacenar recuerdos.