El maltrato llamado de género es un problema acuciante, siendo actualmente la primera causa de muerte en mujeres europeas entre los 16 y los 44 años, por delante de los cánceres y de las enfermedades coronarias. Podríamos decir que es un cáncer social.
¿Pero deberíamos llamarlo maltrato de género o maltrato familiar? El término maltrato familiar señala la relación existente entre los dos implicados. No es cualquier hombre el que ejerce el maltrato sobre cualquier mujer, sino que es el marido, novio, exmarido, exnovio, es decir, un hombre que ha mantenido (o mantiene) una relación amorosa con la víctima, una relación familiar, el implicado en el maltrato.
Es decir, no es un maltrato de hombres sobre mujeres, sino de parejas sobre su partenaire. Hay que insistir en este hecho en esto, porque hay una tendencia a equiparar hombre con maltratador y mujer con víctima, algo que se refleja en el uso del término maltrato de género, y es obvio que no todos los hombres son maltratadores ni todas las mujeres víctimas.
Maltrato familiar sería aquel infringido en el seno de una relación de pareja, independientemente del tipo de la misma. Frecuentemente el maltrato se agrava cuando la relación por parte de uno de los miembros, generalmente la mujer, se “rompe”.
Estas reflexiones que pueden parecer banales son importantes para poder pensar qué hay en juego en estos tipos de situaciones y cuales serían las medidas más oportunas y eficaces para su abordaje, porque según pensemos un problema así pensaremos su solución.