La detección sistemática de los síntomas conductuales en la demencia es una estrategia importante de prevención que facilita el tratamiento temprano de los síntomas conductuales mediante la identificación de las causas subyacentes y la adaptación de un plan de tratamiento. Se recomiendan en primera línea tratamientos no farmacológicos porque los tratamientos farmacológicos disponibles son sólo moderadamente eficaces, tienen riesgos notables y no tratan con eficacia algunos de los comportamientos que los familiares y cuidadores encuentran más angustiantes. Ejemplos de tratamientos no farmacológicos incluyen la provisión de educación y apoyo a los cuidadores, entrenamiento en solución de problemas y terapia dirigida a a las causas subyacentes de los comportamientos específicos (por ejemplo, la aplicación de rutinas nocturnas para tratar trastornos del sueño). El manejo no farmacológico de los síntomas conductuales en la demencia puede mejorar significativamente la calidad de vida y la satisfacción del paciente y su cuidador.