Si alguna vez has estado en público o has estado comprando en una gran tienda por departamentos, has sido testigo de los padres gritando a sus hijos mientras los niños están gritando de nuevo a ellos. No es un medio eficaz de transmitir un mensaje a un niño.
Conversaciones efectivas con sus hijos
Tan pronto como el padre vuelve la espalda, el niño está de vuelta haciendo lo que sea que el padre estaba gritando en ellos en primer lugar. No es un medio eficaz de transmitir un mensaje a un niño.
Las conversaciones efectivas con sus hijos deben comenzar tan pronto como el niño tenga edad suficiente para querer transmitirle un mensaje; Incluso antes de que el niño sea capaz de vocalizar el mensaje. Hablar o gritar a su hijo nunca ha sido y nunca será una manera efectiva de hablar con sus hijos para que escuchen lo que están diciendo.
Los niños aprenden con ejemplos; Los ejemplos que son usted, como padre. Si grita a su hijo, su hijo le gritará de nuevo. Si usted habla en voz baja, clara y directamente a su hijo, así es como su hijo le hablará. El punto clave que se debe hacer aquí es que usted necesita comenzar a hablar con sus hijos de esta manera, mientras que todavía son jóvenes e impresionables. Voy a añadir, sin embargo, nunca es demasiado tarde para romper el ciclo; Sólo es un poco más difícil conseguir que escuchar si todo lo que han sabido es gritar y gritar.
La diferencia en hablar con su hijo y gritarle
Es importante entender que hay una diferencia en hablar con su hijo. Hablar con su hijo es una conversación unilateral. Hablar con su hijo le permite al niño hablar con usted. Hay momentos en que sólo necesita hablar con su hijo; Cuando no hay discusión involucrada en la parte del niño. Estas ocasiones son generalmente cuando el niño ha roto una regla y se le está diciendo las consecuencias de ese comportamiento. En estas ocasiones, usted debe estar a la altura de los ojos con su hijo y hablar con claridad y en un tono uniforme. Elevar la voz sólo hará que el niño este temeroso, así como más avergonzado.
Debes explicar la regla, cómo el niño rompió la regla y cuál será la consecuencia de ese comportamiento. Es muy importante que le preguntes al niño si él o ella entiende lo que estás diciendo. Después de que esta conversación haya terminado y el niño comprenda lo que está diciendo, es cuando debe hablar con su hijo acerca de por qué tiene reglas y límites. Esto le da al niño la oportunidad de hacer preguntas acerca de las reglas y le permite a su hijo saber que usted se preocupa por su opinión sobre ese asunto. Cada niño prueba los límites; Es natural y muy común.
Hacer que un niño se sienta avergonzado o culpable puede provocar que se sienta inseguro al explorar el mundo que lo rodea.
Hablar con sus hijos a medida que crecen
A medida que los niños crecen, empezarán a expresar sus opiniones. Me pareció muy importante permitir que mis hijos hablaran de sus pensamientos siempre y cuando sean respetuosos. Usted puede encontrar que las reglas a medida que sus hijos envejecen, deben actualizarse para adaptarse a su edad. Esta es una buena oportunidad para que hable con su hijo acerca de las reglas y lo que piensan que necesita ser actualizado. Escuchar su punto de vista les permite ver que se preocupan por el mundo en el que viven, que es muy diferente al mundo en el que viven, desde la perspectiva del niño.
Cuando su hijo viene a usted con una pregunta, haga un punto para detener lo que está haciendo y preste mucha atención a lo que está diciendo. Escuchar de manera efectiva es tan importante como hablar eficazmente; Van mano a mano y uno sin el otro anula la eficacia de la conversación.
Considere cómo se siente cuando está tratando de transmitir sus pensamientos a alguien y se distraen por otra cosa y no prestar atención a lo que está diciendo. Así es como se siente su hijo cuando no se toma el tiempo para escuchar realmente lo que tiene que decir. Si sus hijos ven que están prestando atención a ellos cuando están hablando con usted, ellos, a su vez, prestarán atención a usted cuando usted está hablando con ellos. Eso constituye una conversación efectiva.
Hablar efectivamente con sus hijos adolescentes
Hablar con sus adolescentes tiende a ser un poco más difícil, porque de repente tienen una nueva perspectiva de la vida. Se vuelven egoístas y tienden a pensar que todo lo que sale de la boca de sus padres suena como el maestro de la caricatura de Charlie Brown. Ellos tendrán opiniones sobre todo y pueden tender a expresarlas alto y claro. Las reglas no cambian en cuanto a cómo usted habla con un adolescente de cómo usted habló con su niño más joven.
Preste atención a ellos mirarlos a los ojos y permítales respetuosamente hablar sobre sus pensamientos. Luego vuelves la conversación de la misma manera hablando con ellos respetuosamente, mirándolos a los ojos y reconociendo que comprendes su punto de vista. No tiene por qué ser un partido de gritos, usted puede realmente tener conversaciones adultas con sus adolescentes si ambos mantienen su compostura.
Los adolescentes probarán los límites de cualquier oportunidad que tengan y depende de usted asegurarse de que saben exactamente dónde están esos límites. Lo creas o no, los niños, incluso los adolescentes, quieren conocer los límites y el deseo de la estructura en sus vidas. Pueden decirle que no es justo y darle un centenar de razones por las que no es justo, pero cuando se trata de ello, necesitan y desean las reglas y los límites que estructuran sus vidas.
El error que muchos padres hacen es que es más fácil dejar que el niño se deslice cuando rompe las reglas que sentarse y discutir las consecuencias de romper esa regla y el riesgo de enviar al niño a un frenesí adolescente. Una vez que deje que se deslice la primera vez, puede apostar que va a utilizar esto en su contra en el futuro. Usted tiene que mantener un medio fuerte y eficaz de conversación con sus adolescentes o de lo contrario harán lo que quieran hacer, a pesar de las reglas.
Empiece joven y mantengase fuerte
Cuanto antes comience a tener conversaciones efectivas con sus hijos, más fácil será a medida que envejecen. Cuando los niños se adaptan a los límites y a las reglas, se convierten en parte del estilo de vida y es mucho más fácil que esta adaptación ocurra cuando son jóvenes en lugar de esperar hasta que sean mayores y más independientes.
No es fácil, pero la alternativa no es nada menos que un infierno. Hablar efectivamente con sus hijos puede ser el aspecto más importante de la crianza de los hijos; Si puedes dominar eso, el resto es una brisa.