Manifiesto contra el estigma de las personas con enfermedad mental‏

Por Fat
El estigma de las personas con enfermedad mental sigue siendo una lacra que persigue a estos pacientes, aquejados de un problema de salud tan común como puede ser cualquier otro. Tal y como han constatado la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) los ritmos de reducción de la lucha contra el estigma en España muestran un claro retraso.
Por este motivo, las tres entidades anteriores (SEP, SEPB y FEPSM) han promovido el Manifiesto de Oviedo contra el estigma de las personas con enfermedad mental, que será aprobado y promulgado en el seno de la celebración del XV Congreso Nacional de Psiquiatría, que se desarrollará en el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo del 8 al 11 de noviembre.
El Manifiesto de Oviedo nace con el objetivo de informar a políticos, profesionales sanitarios, periodistas y a la ciudadanía en general sobre la necesidad de erradicar el estigma y la discriminación que todavía hoy se aprecian en lo relativo a las personas con enfermedad mental.
El Manifiesto se refiere a todas las personas aquejadas de enfermedad mental, ya que todas ellas son susceptibles de sufrir la discriminación resultante del estigma. Sin embargo, son los pacientes con un diagnóstico de enfermedad mental grave las que más sufren este problema.
Según ponen de manifiesto, se trata de personas aquejadas de enfermedades que afectan al cerebro, que con el adecuado tratamiento, mantienen en la mayor parte de los casos un comportamiento normal, perfectamente capaz de desarrollar una actividad vital como la de cualquier otra persona sin enfermedad, integrados en la sociedad.
La Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) recuerdan que en España existe un marco legal que obliga a la protección de los pacientes contra el estigma. Igualmente, la Estrategia Nacional de Salud Mental 2009-2013 actualmente en vigor en el Sistema Nacional de Salud tiene entre sus objetivos la erradicación del estigma y la no discriminación de los pacientes.
Asimismo, los representantes de la psiquiatría en España hacen un llamamiento a los medios de comunicación, por su capacidad de alcance e influencia en la opinión pública. Los expertos recalcan que una gran parte de las informaciones sobre personas con enfermedad mental se dan en los espacios de sucesos. Esta circunstancia amplifica y perpetúa el estigma.
Los expertos abogan incluso por un cambio en la terminología que se emplea para referirse a estos pacientes, inclinándose por el uso de la fórmula “personas con enfermedad mental”, o “personas con diagnóstico de…”, al igual que ocurre, por ejemplo, con las personas con discapacidad.
El Manifiesto de Oviedo será rubricado por los psiquiatras asistentes al XV Congreso Nacional de Psiquiatría en un stand denominado Espacio Azul durante los cuatro días que dura este evento científico. Asimismo, el Manifiesto será aprobado de manera formal y definitiva durante la celebración de las asambleas correspondientes de la Sociedad Española de Psiquiatría y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.
*CONTRA EL ESTIGMA EN SALUD MENTAL
Manifiesto de Oviedo
La Constitución Española, entre sus derechos fundamentales, garantiza el derecho a la igualdad y a la no discriminación de todos los españoles.
La Estrategia en Salud Mental 2009-2013 del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, manifiesta como uno de sus Objetivos Generales, en el punto 3: “Erradicar el estigma y la discriminación asociados a las personas con trastornos mentales”.
La persona diagnosticada de enfermedad mental en general y de trastorno mental grave en particular ha sufrido y sufre el estigma de buena parte de la sociedad, lo que unido a las consecuencias de su patología complican su desarrollo personal.
Un inadecuado tratamiento mediático, el desconocimiento de que se tratan de trastornos relacionados con un funcionamiento anormal del cerebro, la evolución a veces imprevisible, el tabú del suicidio y sobre todo el miedo a la violencia, siempre magnificada, provocan un aislamiento social inmerecido y perjudicial.
Derechos fundamentales como el acceso a los estudios, el acceso al trabajo, la integración con su entorno, la vida de pareja, se dificultan enormemente al sumarse en su caso la vulnerabilidad y la pérdida de autoestima, dependiendo casi siempre su nivel de integración sobre todo de la implicación de la familia.
En el marco del XV Congreso Nacional de Psiquiatría de Oviedo, y con objeto de divulgar esta problemática, la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental queremos manifestar:
Que una sociedad mejor informada, pierde los miedos y reacciona de una forma más solidaria.
Que la peligrosidad y relación con actos violentos de la persona con enfermedad mental no es la norma habitual en su comportamiento y han de considerarse, tal y como son, hechos aislados.
Que la persona con enfermedad mental no tiene ninguna responsabilidad sobre la aparición y evolución de la misma.
Que padecer una enfermedad mental no es sinónimo de incompetencia o incapacidad para desarrollar las tareas básicas de la vida.
Que romper los tabúes de la enfermedad y hacer comprender que cada persona es un enfermo diferente puede ayudar a que se les vea de otra forma desde todos los ámbitos de la sociedad.
Que la persona con enfermedad mental es obviamente como cualquiera otra pero necesita aún más del cuidado y aceptación del entorno para su mejoría.
Que las capacidades intelectuales de la persona con enfermedad mental son como las del resto de la población y por tanto puede tener la misma aptitud para enfrentarse a la formación académica.
Que las habilidades y competencias de la persona con enfermedad mental son similares a las de la persona sin enfermedad mental y por tanto puede tener la misma capacidad para desarrollar una profesión u oficio.
Que algunas personas con enfermedad mental no pueden desarrollar un trabajo normalizado, pero en la mayoría de estos casos sí lo pueden hacer de forma supervisada y adaptada a su nivel de funcionamiento.
Que las autoridades sanitarias pueden y deben redoblar esfuerzos para la integración de las personas con enfermedad mental como ciudadanos de pleno derecho.
Que se deben erradicar los términos ofensivos, imprecisos, inadecuados que generan confusión, alarma y recelo.
Que los medios de comunicación pueden ayudar a la erradicación del estigma asociado a la enfermedad mental.
Finalmente, deseamos que desaparezca por completo todo tipo de discriminación, consciente o no, con la convicción de que sumado a los avances en los tratamientos y a los cada vez mejores conocimientos profesionales, será un pilar fundamental para la normalización de muchas personas que hoy sufren problemas de salud mental.