El artículo Mantén el Deseo en la Menopausia aparece en consejos
La disminución de los estrógenos durante la menopausia genera cambios importantes en la mujer, que tienden a afectar a su sexualidad y a veces incluso a su autoestima.
Uno de los síntomas más frecuentes de la disminución de la actividad hormonal es la sequedad vaginal y, en muchas ocasiones, la disminución del deseo sexual o líbido. Las insuficiente lubricación de la zona vaginal predispone a la sensación de dolor durante las relaciones y a vaginitis recurrentes, con flujo y picor frecuentes. La líbido puede disminuir por la deficiencia hormonal y el orgasmo se puede ver afectado por la disminución de la irrigación local, pero también juegan un importante papel los factores psico-culturales y el estado de ánimo que tenga la mujer al entrar en esta nueva etapa de su vida.
Cuando se practican relaciones sexuales la sequedad vaginal es aún más evidente y molesta. Es recomendable tomarse tiempo para prepararse, alargando los preliminares, y relajarse y dejarse llevar, olvidando las dudas, ansiedades o miedos a los que todos los cambios físicos y hormonales que se están produciendo pueden llevar.
Una higiene íntima adecuada respetará la hidratación natural de la zona vaginal y ayudará a prevenir infecciones que podrían empeorar la sequedad y malestar en esta zona.
Tan importante como la hidratación por vía externa es la hidratación interna, por lo que se recomienda beber líquido en abundancia (mínimo 2 litros al día) y un aporte adecuado de ácidos grasos con la dieta. Los ácidos grasos Omega-7, abundantes en el aceite de Espino Amarillo, han demostrado tener un potente efecto hidratante de la piel y mucosas cuando se consumen habitualmente.
Para la hidratación externa se puede recurrir a lubricantes, con distintas variedades en el mercado. Los lubricantes de “última generación” combinan activos hidratantes con estimulantes del deseo sexual. Algunos aceites esenciales cumplen con estos dos objetivos:
· Sándalo: tiene propiedades antisépticas y balsámicas, y actúa como estimulante y tónico sexual.
· Pachuli: el agradable aroma que desprende da lugar a un efecto estimulante y afrodisíaco. Es reconocido por su efecto relajante y como alivio de la tensión
· Lavanda: acción relajante y afrodisíaca. Es un aceite limpiador. Se utiliza para corregir afecciones cutáneas de origen nervioso.
Como base de estos aceites hidratantes pueden emplearse aceites vegetales:
· Aceite de Jojoba o Yoyoba: hidrata y equilibra la temperatura de la zona vaginal, aportando calidez sin rubefacción. Hidrata y revitaliza la piel sin crear una capa “aceitosa”, ya que penetra con facilidad a través de la mucosa.
· Aceite de Almendras Dulces: es hidratante y protector. Nutre y protege la piel y las mucosas vaginales. Por su riqueza en ácidos grasos esenciales suaviza y rejuvenece la piel.
La combinación del potencial hidratante de los aceites vegetales y los efectos estimulantes de la aromaterapia pueden ser una alternativa idónea, además de totalmente natural y segura, para recuperar la satisfacción y el bienestar durante las relaciones sexuales.
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