Cuando buscamos empleo, estamos buscando una respuesta del ambiente. Desde un: -Muchas gracias por traernos el curriculum, si buscamos a alguien, contaremos con usted. -Conseguir una entrevista. -Y lo más ansiado; el trabajo de tu vida. -¿Pero qué conseguimos en la gran mayoría de las ocasiones en las que iniciamos un intento de comunicación con una empresa u organización?
S I L E N C I O Cuando este silencio se prolonga un mes, y otro, y otro, y otro... O somos un robot, o nuestra autoestima se va erosionando como un castillo de arena. Recomendaría a las empresas un poco de consideración con los desempleados, un mail automático de agradecimiento, un gracias y una sonrisa. Desde luego el silencio, y en ocasiones la falta de respeto, hace un flaco favor a su imagen corporativa. No olviden que el desempleado, es cliente y potencial trabajador, tal vez luego, le pidan compromiso y dedicación. En el círculo social cercano, familia, amigos. Pueden aparecer problemas, en muchas ocasiones económicos, pero que fácilmente se trasladan al ámbito personal, a juicios de valor sobre la persona. Debemos ser muy cuidadosos y nunca achacar a características personales la falta de resultados en la búsqueda. Es injusto y no se gana nada machacando a otra persona, solamente el placer de la cuchillada. Ya nos comemos el coco nosotros solos. A nivel macro social los mensajes se han polarizado, por una parte tenemos a los que demonizan a los desempleados: Cuando te inscribes en el INEM, te regalan unos cuernecitos y un tridente, te conviertes por arte de magia en un vago, en un parásito de la sociedad. Y una diputada te grita: ¡Que te jodan! y va, y te jode... Por otra parte están los que te convierten en víctima del sistema, en un pobrecito inválido que no puede hacer nada, que tiene que esperar en casa a que papa estado o mamá empresa venga a buscarte, conviertan a los ratones y la calabaza en un carruaje y te lleven a la fiesta. Lo peor de todo, es que vas, y te lo crees... En esta fiesta nos tenemos que colar.
Pues yo no sé vosotros, yo no me siento diferente por tener el papelito del INEM. Sigo con las mismas ganas de disfrutar con lo que hago, de hacer cosas útiles, para mí y para los que me rodean, ya llegará el día en el que tengamos que vender nuestro tiempo y tal vez no sea tan bonito como imaginamos.
Nuestra autoestima no solamente bebe de las respuestas obtenidas del entorno laboral, es muy importante parcelar los diferentes ámbitos, no dejar que las pocas alegrías obtenidas en la búsqueda contagien el resto de nuestra existencia. Y sí haced lo contrario:
-Que la satisfacción de disfrutar de la vida, contamine vuestra búsqueda.
-Mucha suerte y recordad si os gusta, compartidlo.