MANUAL DE REMEDIOS LITERARIOS.- Un artículo de Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz

Por Asilgab @asilgab
En esta ocasión os traemos la panacea literaria: el libro perfecto para regalar y regalarse, el que debe estar siempre a mano, el que da gusto consultar porque nos va a ayudar a aliviar todos nuestros males y el que es un placer para la vista por la edición tan cuidada que presenta, así por fuera como por dentro. Se trata de la obra escrita por Ella Berthoud (pintora inglesa) y Susan Elderkin (novelista inglesa, 1968) Manual de Remedios literarios (2013). Y si el título no lo deja del todo claro, en la misma portada, se añade el subtítulo: Cómo curarnos con libros. Nos lo ofrece la editorial Siruela desde 2017, año en que lo editó en español gracias a la traducción y edición de Clara Ministral.Presenta la forma de un diccionario, además no le falta, al final, el índice de entradas y el de las obras citadas. De esta manera, su formato ayuda a encontrar cuanto antes lo que se requiere. En realidad, es una obra que nos guía hacia otros libros que a su vez nos ayudarán a aliviar todo tipo de dolencias, tanto físicas, como psíquicas. Sorprende leer esto, lo mismo que sorprende leer el abanico de aflicciones recogidas en él.Desde un simple catarro, unas anginas, apendicitis, hasta gripe, atrofia mental, estreñimiento, y su contrario, la diarrea… Aunque también aparecen la baja estatura, el pelearse con tu mejor amigo, la pérdida de un brazo, la falta de empatía, el sentirse atrapado por los hijos, la falta de sentido del humor, el sentimiento de culpa, el gastar demasiado dinero o el no tenerlo, los problemas sexuales (el exceso, la falta, la obsesión por él), el odiar tu nariz, el complejo napoleónico… Todo tiene una simple solución, basta con adquirir el libro adecuado y leerlo, penetrar en su historia.Por ejemplo, para el conflicto que supone la adolescencia se sugiere la tan conocida El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, pero si esa ya está leída, no hay problema, porque otra opción puede ser la obra de Denton Welch, En la juventud está el placer y, si el asunto persiste, proponen una lista de diez títulos más. El famoso libro Ensayo sobre la ceguera de José Saramago puede leerse para evitar el miedo al compromiso. Pero si lo que se quiere es mitigar el miedo a volar recomiendan estos dos títulos: Vuelo nocturno de Antoine de Saint-Exupéry y a Carlos Ruiz Zafón con La sombra del viento.Puede que el problema que nos afecta esté relacionado con no tener casa, en ese caso la lectura con la que se puede uno aliviar será A cualquier otro lugar de Mona Simpson o Una casa para el señor Biswas de V. S. Naipaul. Pero si lo que nos quita el sueño es la alergia al polen su remedio está en sumergirse en Veinte mil leguas de viaje submarino (Julio Verne). También han pensado en quienes no llevan bien su calvicie, por eso proponen la novela de Patricia Cornwell, La mosca de la muerte.No cabe duda de que muchos más necesitan este libro. Y es que estamos seguros de que no se ha olvidado de nadie, puesto que hay remedio para quien sea un culo inquieto, para quien se haya golpeado el dedo gordo del pie, para los que sufren de tinnitus (zumbido constante en los oídos), para los que tienen la presión para tener o no hijos…Igualmente, para quienes necesitan reír, llorar. Y aunque sabemos que es necesario manifestar ambas emociones, no todos reímos y lloramos con lo mismo, por eso, aconsejan las diez mejores novelas para sacar toda esa tristeza acumulada y otras tantas para que aflore la sonrisa y la carcajada. En este amplio surtido será difícil que cada uno de nosotros no encuentre la horma de su zapato.Tampoco faltan las diez mejores novelas para quedarse en la cama por el síndrome premenstrual, ni las lecturas eficaces para ahogar los ronquidos, ni para uno de los males de nuestra sociedad: la falta de empatía. Ni para la agorafobia, la atrofia mental…La edad quizá sea el tema que a más gente preocupa. Por eso, presentan listados de las diez mejores novelas para cada década, desde cuarenta y tantos, hasta noventa y tantos. Pero no acaba aquí, también los que hayan cumplido cien o más años tienen qué leer relacionado con ellos.La extensísima lista de títulos que aparece en el libro (comenzaron con 700 libros, pero tuvieron que reducir a 500) recoge la literatura de muy diferentes épocas y de distintas nacionalidades. Y entre todos ellos no podía faltar nuestro Quijote; lo que extraña no es que aparezca, sino para lo que sirve según las autoras. Están convencidas de que “te sacudirá con la descarga eléctrica del contraste” por lo que es eficaz contra el aletargamiento físico y mental. Otros autores españoles cuyos libros tienen un efecto beneficioso son Belén Gopegui, Manuel Puig, Eduardo Mendoza…Además, presenta cada diez, veinte páginas, depende, unas normas o consejos relacionados con la lectura; también se pueden ver como contrariedades afines a los libros: la amnesia lectora, el agobio de libros que hay en el mundo y sobre todo el que puede tener cada uno en su casa, el bombo mediático de ciertos libros, la compra compulsiva de libros, ese cargo de conciencia por dedicarle demasiadas horas al día a la lectura, el arte de releer, el saber rechazar los mamotretos, el miedo a empezar un libro, el querer aficionar a la pareja (bien sea hombre o mujer) a leer, etc., etc.Es un libro directo, se dirige al lector continuamente como si estuviéramos en la consulta escuchando lo que necesitamos. Y es que este volumen recoge la actividad de biblioterapia que las dos autoras realizan en una tienda de Londres.Todo comenzó cuando se conocieron en la Universidad de Cambridge. Allí, en el momento en que una de ellas estaba triste, compungida por una decepción amorosa o perdida ante la vida, la otra le recomendaba un libro para que se repusiera. Pero este remedio les vino bien a las dos porque ambas eran unas acérrimas lectoras, y de esta forma afrontaron todos los baches de la vida. Cultivaron la idea y floreció diez años más tarde gracias a la tienda llamada literalmente la Escuela de la vida, fundada en 2008 por Alain de Botton (1969) escritor, filósofo y vlogger (persona con un video blog) suizo.La idea de hacer terapia con los libros, ser “médicos de libros” como dicen ellas, aunque parece original y novedosa, no lo es; ya en Platón se puede ver el germen. Y es que la lectura proporciona al lector, a veces, la posibilidad de evadirse de su realidad y, otras veces, la facultad de verse reflejado en el personaje, en lo que es y en lo que le ocurre.El funcionamiento es el siguiente. El paciente rellena un cuestionario sobre su persona, su forma de vivir y de afrontar la vida, así como sobre el vínculo que tiene con la lectura. Después en la consulta, cara a cara conversan, discuten con él y, tras el diagnóstico, llega la receta donde le indican el libro o libros adecuados para aliviar su mal.Se podría llegar a varias conclusiones. Por un lado, que hay muchos consejos a dar a quien quiere leer y por otro, que todo está reflejado en la literatura, puesto que se ha escrito sobre todos los temas. Y, principalmente, que la lectura es un bálsamo para nuestro organismo.Lo dicho, este singular libro nos proporciona salud y entretenimiento, que no es poco.Un artículo de Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz.