Me he obsesionado con los tonos naturales, y pensando en el fin de semana y en mi ojos marrones casi negros, el rosa o el nude son los colores con los que me siento más a gusto. No es que esté volviendo a la citada Etapa Rosa (aunque eso explicaría mi incesante búsqueda de la barra de labios fuchsia perfecta), es más que nada que las sombras normales ya no suponen ningún desafío, me he lanzado a la prueba, busca y captura de las sombras en crema. Después de algunas pruebas y lectura de comentarios de maquilladores profesionales y bloggers, puede afirmar que Bobbi Brown tiene las mejores del mercado ahora mismo, seguidas de cerca por la sombra tipo gloss de Clinique.
Sí, un poco más caras de lo que se espera (las de Bobbi Brown y las de Clinique sobre los 25 euros) pero son las más duraderas y ese tipo de productos suelen durar toda una vida. De todas maneras, si solo queréis usarlas para esta temporada (como es lógico) las sombras de Rimmel London, Maybelline Color Tattoo o las de Topshop (marca claramente infravalorada en algunas cosas) tampoco me dejaron indiferente, aunque el resultado no sea tan profesional.
Y como plus, una vez más, las chicas de The Beauty Department han puesto un tutorial que me va al pelo (ellas sí es orientado a San Valentín). La marca que utilizan para la sombra es Maybelline Color Tattoo. Recordad aplicar la sombra en crema con un pincel, nada de estamparlo con los dedos, que nos conocemos. Para mi gusto, pasaría olímpicamente de la capa de purpurina encima de la sombra, pero es vuestra elección. También utilizaría mi barra de labios MAC matte en tono Chili, pero es básicamente porque es mi color.
Instrucciones para el tutorial, aquí.