Fondos de maquillaje fluidos: Son una emulsión de fase externa acuosa en la que van dispersos aceites y pigmentos. Proporcionan un acabado satinado o mate según la proporción de sustancias emolientes y polvos que incorpore su fórmula. Dejan una película poco cubriente que unifica el cutis de forma casi imperceptible. Están indicados para el maquillaje diario y para todas las pieles, siempre que se elija el producto adecuado: las pieles secas requieren un fluido enriquecido con activos hidratantes; las pieles grasas, agentes matificantes, etc. Conviene destacar la utilidad de los fluidos oil free para el maquillaje de las pieles acneicas. Al estar formulados sin grasas y con sustancias no comedogénicas, son los únicos maquillajes indicados para este tipo de pieles. Si bien las primeras fórmulas eran demasiado cubrientes y astringentes, en la actualidad son productos bastante ligeros y de aplicación agradable, que incluso pueden utilizar las pieles grasas y mixtas en verano.
Polvos compactos: Es una mezcla de polvos y emolientes sin agua; el resultado es una pasta sólida con una textura novedosa, mitad polvo, mitad crema. Por tanto, es un cosmético que fusiona el fondo de maquillaje y los polvos en un único producto. Resulta adecuado para todo tipo de pieles y es muy práctico para los retoques durante el día.
Polvos sueltos:Acabado más natural y mate, los que más me gustan son los minerales dejan un acabado muy natural y ayuda a controlar los brillos y el exceso de grasa sobre la piel, más recomendables en pieles mixtas y grasas. Mas recomendable también en esta época del año. En verano conviene que la piel “respire” más, por eso es preferible escoger una base más ligera y no tan cubriente, ya que, además, tenemos algo más de color en el rostro.
Fuente: Dfarmacia.com