Marc Jacobs acudió a la Gala del Met de esta guisa que ves arriba: vestido camisero de encaje transparente, zapatos de peregrino con hebilla y cartera de mano y calcetines negros a juego. Debajo, boxers blancos, (evitemos la palabra maldita "calzoncillos").
Hay que tener ganas de llamar la atención, cara dura, o creerse un genio por encima del bien y del mal, para aparecer en la Gala más "it" del año neoyorquino con este modelo atroz. ¿Nos estamos volviendo locos? Ya hemos visto al diseñador luciendo faldas largas y escocesas, pero nunca se había atrevido a tanto.
Si no conociéramos sus éxitos y admirásemos su trabajo, viéndole en esta alfombra roja, jamás confiaríamos en él ni para que nos diseñara un vestidito de playa. Está visto que las apariencias engañan.......