Marcello Grassmann, Sombras e Sortilégios, Museo Oscar Niemeyer

Por Manigna

Marcelo Grassmann es uno de los artistas brasileños más respetados no sólo en su propia tierra, también en el exterior. En la amplia muestra entramos al universo de Grassmann, llena de soldados, mujeres, demonios, caballos, peces. Son más de 400 obras las que conformaron la muestra “Sombras e Sortilégios” que estuvo en el MON del 08 de abril al 29 de agosto de este año.
“No hago planos propiamente dichos, aunque siento ansias por trabajar, pues, como Sísifo, estoy condenado a empujar una roca, montaña arriba, viéndola caer rodando, y recomenzando irremediablemente.”

70 Años de grabados y dibujos.

El año era 1925. En la pequeña São Simão (interior de São Paulo), enclavada entre montañas y con bellos paisajes naturales, nacía Marcello Grassmann, uno de los grandes maestros del grabado brasileño. Inicialmente, Grassmann pensó seguir el camino de la escultura, teniendo su formación en el “Instituto Profissional Masculino (Escola Técnica Getúlio Vargas)” en São Paulo. Sin embargo, entre 1949 y 1950, ya en Rio de Janeiro, aconsejado por Oswaldo Goeldi, cursó grabado en metal, con el Prof. Henrique Oswald, en el “Liceu de Artes e Ofícios” y estudió litografía con Poty Lazarotto (gran dibujante, ceramista, grabador y muralista curitibano). En 1953, en Salvador, trabajó en el atelier de Mário Cravo Júnior y con el “Prêmio de Viagem ao Exterior” ganado en el “I Salão Nacional de Arte Moderna” de Rio de Janeiro viajó a Austria, donde profundizó sus investigaciones en litografía en la “Academia de Artes Aplicadas” frecuentando el “Gabinete de Estampas” de la “Academia Albertina”, uno de los más importantes acervos de grabados del mundo. Fue allí donde conoció la obra de Alfred Kubin, que influenció a Grassmann. A partir de todas esas relaciones todas consolidó su carrera como grabador y dibujante.
“Grassmann es un artista fundamental, en la línea de los antiguos maestros. Él es uno de los más significativos grabadores vivos de Brasil, que influencia generaciones de artistas. Tiene un inmenso conocimiento de la técnica de la grabación, y un talento único. Es grande como Oswaldo Goeldi (dibujante, ilustrador, grabador y profesor carioca) y Livio Abramo (grabador, dibujante y pintor paulistano). La escuela de grabado en Brasil es muy importante, ya dio al universo del arte muchos nombres ilustres. Grassmann está entre sus grandes maestros”, señala el curador de esta muestra, Antonio Carlos Abdalla.
La exposición de carácter retrospectivo presenta 420 obras, entre xilograbados, litografías, grabados en metal y dibujos. Se trata de una muestra antológica dividida en cuatro módulos: el dibujo – base de todo el trabajo; el xilograbado; la litografía y el grabado en metal, técnicas de grabación desenvueltas hasta el día de hoy por el artista.
“Trabajé por más de un año en la selección. El “núcleo central” surgió a partir de la re-edición de toda su obra de grabados en metal (alrededor de 230 imágenes), entre el 2008 y 2009. La iniciativa y el patrocinio fueron de un coleccionador paulista, un hombre de cultura e iniciativa, que tuvo esa única idea, que nos privilegia a todos con una retrospectiva de Grassmann en esa técnica. Fue a partir de ése álbum que reuní las otras tres técnicas que son fundamentales para mostrar la trayectoria de Marcello Grassmann, artista coherente, con referencias culturales, y que siempre está en la búsqueda de la mejor imagen”, explica el curador.

Sin título, sin fecha, grabado en metal.

Sin título, 2003.


Mulher e peixe (Mujer y Pez), 1969.
En siete décadas de inspiración, Grassmann participó de más de 450 exposiciones en Brasil y en el exterior. Entre los innumerables e importantes premios recibidos destacan el de “Melhor Gravador Nacional - III Bienal de São Paulo, 1955”; el “Premio Arte Sacra (Grabador) – XXXI Bienal de Venecia, 1958”; recibió también la “Medalla de Oro – III Bienal Internacional de Arte Gráfica de Florencia, 1972”; “Melhor Desenhista Nacional – V Bienal de São Paulo, 1959”; y “Mejor Dibujante – I Bienal Joven de Paris, 1959”.



Sin título, 1988, técnica mixta sobre papel.

Sin título, 1982, litografía.

Sin título, 1950, xilograbado.
Anexo un pequeño vídeo donde Don Marcelo envía un mensaje a los alumnos del Curso de Artes Plásticas del Instituto de Arte de la Universidad Estadual de Campinas (UNICAMP), aquí el mensaje:

“Estoy feliz por saber que todavía hay interés por el arte. La publicidad capturó los medios, ustedes son excepcionales. En este momento pocas son las personas capaces de formar cualquier grupo de arte, continúen. Creíamos que el eslabón estaba roto, por que el interés es otro. La propia Bienal es caótica, propone, no expone nada. Nosotros escogemos una forma de arte más objetiva, anticuada, como lo llamen…, nosotros somos los propios representantes de nuestra época..., somos dinosaurios.”


Fuentes:
- Revista Museo Oscar Niemeyer.
- Vídeo subido a Youtube por Afidal
- Traducción Manolo Paitán Malpartida.