Seguro que todos tenemos en nuestra casa, en la de nuestros padres o abuelos un marco viejo de algún color que nos nos gusta o no nos va bien con nuestra decoración. Pues con uno de esos marcos podemos hacer un bonito cuadro para colgar fotos, recuerdos o nuestros collares y pendientes que siempre andan perdidos por cualquier rincón.
– marco de madera
– pintura chalk paint en spray
– rejilla de gallinero
– tenazas
– grapadora tipo A (con las de oficina nos será muy difícil)
Antes de nada, tenemos que limpiar bien el marco con disolvente y, aunque no es necesario lijar cuando trabajamos con chalk paint, no está de más si vemos que tiene muchas imperfecciones.
Una vez limpio, rociamos todo el marco con la pintura chalk paint del color que hayamos elegido. Yo he escogido el blanco porque es un color que va con todo, pero hay una amplia y bonita gama de colores que seguro os encantaran. Además, este tipo de pintura cubre perfectamente y aporta un toque rústico tanto por sus tonos como por su tacto.
Cuando esté bien seca, lijamos la superficie del marco quitando la pintura en algunas zonas e insistiendo más en los bordes, dándole un aire antiguo.
El siguiente paso es colocar al malla de gallinero en el reverso del marco. La cortamos con unas tenazas dejándola un poco más grande que el interior del marco y vamos grapándola a la madera a medida que estiramos bien para que quede tensa. Cuidado a la hora de realizar esta tarea porque os podéis cortar, es aconsejable utilizar guantes de protección anticorte o similares para evitar un accidente.
Cuando hayamos acabado de grapar, se corta la rejilla sobrante para que no sobresalga del marco.
Y ya tenemos un bonito marco para decorar cualquier rincón de nuestra casa.
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