Mark Rothko (1903 – 1970) fue un artista muy culto, interesado por la música, la literatura y la filosofía, sobre todo por Nietzsche y por la mitología griega.Fue uno de los principales integrantes del Expresionismo Abstracto, una agrupación formada en EEUU durante la depresión de la postguerra, que también se le llamó Escuela de New York. Este grupo supuso una gran revolución, pues abandonó lo figurativo, instalándose en la abstracción. Fue la primera vez que un grupo de artistas norteamericanos recibió un reconocimiento internacional como movimiento. El expresionismo abstracto, más que un estilo, era un proceso consistente en exteriorizar los sentimientos a través de la acción pictórica. Para ellos era crucial la relación activa entre espectador y pintura.Rothko utilizó la pintura de campos de color para movilizar las emociones por medio del color. Sus cuadros son de formato muy grande, para que el espectador se sumerja en ellos, produciéndole diversas emociones. Por eso, al reproducir su trabajo le estamos quitando mucha información. Se ha dicho de sus pinturas que son espirituales, trascendentes, religiosas, que nos llevan a lo eterno, al infinito. Algunos hablan de espiritualidad zen.Rothko dijo: "No soy un pintor abstracto… No me interesan las relaciones del color, ni de la forma, ni nada; lo único que me importa es expresar mis emociones humanas básicas: tragedia, éxtasis, muerte. La gente que llora ante mis cuadros tiene la misma experiencia religiosa que yo cuando los pinté."Su técnica consistía en la superposición de veladuras, con lo que conseguía crear una sensación de colores flotando.Barnett Newman, componente del Expresionismo Abstracto dijo: “Damos fe del afán humano y natural que sentimos por lo sublime, por las emociones absolutas. No tenemos por qué conformarnos con los deteriorados requisitos de una tradición anticuada, agotada. Creamos pinturas cuya realidad es evidente, que resultan bellas o sublimes sin necesidad de soportes ni muletas, ni de asociaciones con cuadros obsoletos. Nos desprendemos del lastre de los recuerdos, de la asociación, la nostalgia, la tradición, el mito o cualquiera que fueran los instrumentos de la pintura en la Europa occidental. En lugar de construir catedrales basándonos en Cristo, el ser humano o la “vida” misma, creamos cuadros basándonos en nosotros mismos y en nuestros sentimientos interiores. La pintura que producimos es tan convincente, real y concreta como una revelación, comprensible para todos aquellos que no la contemplen a través del nostálgico filtro de la historia del arte.”
Aunque la obra de Rothko no es para verla en una pantalla de ordenador sino en la realidad, aquí presento el siguiente vídeo que es aconsejable verlo a 720 p y a pantalla completa.