Más allá del paradigma actual en Psiquiatría

Por Lizardo


"¿Qué es un buen psiquiatra? ¿Qué particular conjunto de habilidades son imprescindibles para él óptimo ejercicio de la 'medicina de la mente'? Aunque es imposible responder exhaustivamente a estas interrogantes, creemos que existen evidencias en suficiente cantidad para afirmar que la buena praxis de la psiquiatría implica principalmente el compromiso con las dimensiones no tecnológicas de nuestro quehacer, tales como los vínculos, los valores y los significados y los sentidos de vida. La psiquiatría ha sido guiada últimamente por un paradigma tecnológico que, aunque no necesariamente ignorando los aspectos mencionados antes, los ha mantenido como acápites de importancia secundaria. El predominio de este paradigma queda patente en la importancia enorme que se adjudica a los sistemas clasificatorios, los modelos causales imperantes para la comprensión de la enfermedad mental y la concepción de la atención psiquiátrica como una serie de intervenciones discretas y que se pueden analizar y medir independientemente del contexto." (...)

"La psiquiatría no es equivalente a la neurología; no es simplemente una medicina del cerebro. Aunque los problemas de salud mental indudablemente tienen una dimensión biológica, su naturaleza más íntima excede los límites de lo cerebral para involucrar dimensiones sociales, culturales y psicológicas. Estas dimensiones no pueden usualmente ser asimiladas mediante la epistemología de la biomedicina. La vida mental de los seres humanos es intrínsecamente discursiva, narrativa. A decir de Harre & Gillet: "Debemos aprender a ver la mente como el punto de encuentro de un amplio rango de influencias estructuradoras cuya naturaleza sólo puede bocetarse sobre el amplio lienzo provisto por el estudio de los organismos individuales." Los modelos reduccionistas fracasan en aprehender lo que es primordial en los aspectos de la recuperación de la enfermedad mental. La evidencia básica nos impone la urgencia de un cambio radical en nuestra comprensión de lo que es el núcleo de la práctica de la salud mental. (...) No buscamos reemplazar un paradigma con otro. Una psiquiatría post-tecnológica no abandonará las herramientas de las ciencias empíricas ni rechazará las técnicas médicas ni psicoterapéuticas pero comenzará por posicionar en primer lugar los aspectos éticos y hermenéuticos de nuestra labor, y así resaltar la preponderancia de examinar valores, vínculos, políticas y las bases éticas de los cuidados y las labores relacionadas con la salud mental"
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Tales son los párrafos inicial y final del artículo especial intitulado "Psychiatry beyond the current paradigm" aparecido recién en el British Journal of Psychiatry y de autoría de un connotado grupo de psiquiatras ingleses (en total veintinueve), muchos de ellos miembros del grupo Critical Psychiatry.
Hubiese sido impensable un artículo como este en una revista norteamericana: lástima que países como el mío son usualmente una pequeña provincia al sur de los EEUU y asumimos airosamente sus designios en temas diversos, entre ellos la praxis de la psiquiatría: biomedicalizada, psicofarmacologizada, caribeñizada.
En el artículo que mencionamos se revisa la evidencia supuestamente incontrovertible de determinados tratamientos, se critica la base epistemológica imperante en nuestro quehacer y se enfatiza la importancia de conceptos como "recuperación" de las enfermedades mentales y la colaboración estrecha con los usuarios de los servicios de salud, perspectiva imprescindible y que usualmente se ha dejado de lado (porque los psiquiatras, como nos parece obvio: "sabemos más").
Este artículo se complementa idealmente con una conferencia reciente de Jose Valdecasas y Amaia Vispe en el imprescindible y admirado blog postPsiquiatría: "Medicina Basada en la Evidencia: entre la herramienta científica y el paradigma comercial, y de la importancia de no confundir una con el otro", donde se deslinda claramente cómo, bajo el manto del supuesto prestigio de la "evidencia" dura se pretende contrabandear el paradigma biológico (o escuetamente fisicoquímico) como incontrovertible e imprescindible para la solidez y desarrollo de la psiquiatría. Según los autores: "Elevar la MBE a rango de paradigma en psiquiatría es completamente absurdo. Porque un conjunto de mediciones no pueden llegar a proporcionar una explicación completa del ser humano. Salvo que pensemos que el ser humano no es más complejo que una rata o cosa parecida, con lo cual obtendremos probablemente un montón de teorías que serán útiles sólo si se aplican a una rata y no a un ser humano." Y  finalizan los autores señalando de manera taxativa: "Aceptar la MBE como paradigma es absurdo, pero rechazarla como herramienta es ridículo." 

Según el diccionario, paradigma es: "Teoría cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento". Entonces ya desde el principio empezábamos mal, claro, porque: ¿cómo podría aceptarse algo sin cuestionar en una área tan compleja, ardua y desafiante como el campo de la salud y la enfermedad mental?
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ENLACES:
- Bracken P, et al. "Psychiatry beyond the current paradigm". Br J Psychiatry 2012; 201: 430-434. (Google Docs)
- La reseña del artículopor Duncan Double, coautor del artículo, en su blog Critical Psychiatry.
- "Medicina Basada en la Evidencia: entre la herramienta científica y el paradigma comercial, y de la importancia de no confundir una con el otro", en el blog postPsiquiatría.
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