El sueño es un estado de reposo fundamental para el descanso del organismo ya que, durante su desarrollo, se suceden diversos procesos metabólicos de vital importancia. Gracias al descanso ofrecido por el sueño diario, las personas mantienen una mayor capacidad de concentración, autocontrol y memoria, logrando así recuperar las fuerzas para realizar las tareas y actividades de su vida diaria. Entonces, ¿qué pasa con aquellas personas que padecen algún trastorno que no les permite conciliar el sueño?
El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) es una enfermedad neurológica crónica, englobada dentro de los conocidos trastornos del sueño, que en la actualidad afecta a entre el 10-15% de la población adulta de nuestro país, es decir, más de cuatro millones de personas. Este síndrome consiste en la aparición de molestias como pinchazos, hormigueos, inquietud o dolor en las extremidades inferiores, provocando la necesidad urgente de moverlas para aliviar momentáneamente las crisis. Estas molestias suelen aparecer a última hora de la tarde o durante la noche, lo que desencadena mucha inquietud y grandes dificultades para conciliar el sueño. En concreto, las personas que lo padecen en grado moderado o intenso apenas duermen una media de tres horas diarias, lo que puede desembocar en situaciones de incapacidad temporal o permanente del paciente.
El alto grado de desconocimiento social sobre esta enfermedad determina que sólo el 5% de los pacientes esté diagnosticado. Por esta razón, se ha publicado recientemente el libro “Síndrome de Piernas Inquietas. El demonio que me despierta cuando duermo”, la primera publicación que se edita en España escrita por y para los pacientes que padecen SPI, realizado por la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI) en colaboración con UCB Pharma, con el objetivo de dar a conocer esta patología y fomentar su detección precoz.
Los pacientes con SPI son propensos a desarrollar algunas enfermedades, tales como la depresión, la ansiedad, alteraciones cardiacas, hipertensión arterial e insuficiencia renal. Por esta razón, es importante realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento correcto que prevenga la aparición o el agravamiento de esta enfermedad.
El 19 de marzo se celebra el Día del Sueño.