Más de la mitad de los pacientes con sarcoma se curan hoy en día

Por Fat

Pese a que hace años el pronóstico de los pacientes con sarcoma era muy desfavorable, los avances médicos conseguidos en los últimos años en torno al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad han repercutido en una mejora importante de la supervivencia, de manera que la tasa actual de curación supera la mitad de los casos. Como explica el doctor Ricardo Cubedo, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid y miembro de la Junta Directiva del Grupo Español de Investigación en Sarcomas (GEIS) "los sarcomas son tumores raros por definición, con un pronóstico y un tratamiento muy específico, siendo la base de su curación un buen diagnóstico y la mejor cirugía posible en manos expertas y siempre bajo la tutela de un equipo integrado por representantes de varias especialidades".
Por tanto, la experiencia de los profesionales sanitarios en una enfermedad que se presenta en pocas ocasiones a lo largo de su carrera profesional, es determinante. Para ello, el Grupo Español de Investigación en Sarcomas (GEIS) celebra desde el año 2003 el Simposio Internacional en Sarcomas. El mismo, ha reunido en su octava edición y recientemente en Salamanca a cerca de 200 personas, tanto pacientes, como expertos nacionales e internacionales, de distintas especialidades, entre oncólogos médicos, traumatólogos, oncólogos radioterápicos, patólogos, cirujanos generales, radiólogos, cirujanos plásticos, representantes de la administración sanitaria, epidemiólogos, pediatras e investigadores básicos, que han revisado los últimos avances en el tratamiento de los sarcomas y han analizado las claves de la elección terapéutica más adecuada en cada caso.
"En la actualidad", destaca el doctor Cubedo, "el diagnóstico está íntimamente ligado al tratamiento. Y en este sentido, hay esperanzadores avances. El diagnóstico basado en el microscopio, es decir, en el mero aspecto de las células, se está complementando con técnicas de laboratorio que se basan en la identificación de mutaciones genéticas o en la presencia de ciertas proteínas anormales, lo que permite, a su vez, distinguir una clase peculiar de sarcoma de entre todas las demás y desarrollar fármacos ex profeso para él", señala el doctor Cubedo. De hecho, este experto explica que, "por ejemplo, en el caso de los sarcomas del estroma gastrointestinal o GIST, un tipo muy peculiar de sarcoma de tejidos blandos, ya se dispone de un tratamiento que con un sólo comprimido al día modifica de forma favorable el pronóstico de este sarcoma en un alto porcentaje de pacientes".
En cualquier caso, para realizar el tratamiento y seguimiento adecuado del sarcoma, los expertos consideran que es fundamental establecer desde el mismo diagnóstico una atención multidisciplinar en la que se combinen todas las especialidades con la coordinación de un experto en sarcomas. "Incluso una biopsia mal planteada puede dificultar el diagnóstico de la patología y, como consecuencia, retrasar su tratamiento", incide el doctor Cubedo.
-Una enfermedad desconocida
A pesar de que existen más de 150 variedades de sarcomas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de tumor no supera el 1% de todos los cánceres. Existen dos grandes grupos de sarcomas, los sarcomas del esqueleto, que aparecen en los huesos, y los sarcomas de partes blandas (SPBs), que se desarrollan en los tejidos blandos del organismo como los músculos, tendones, grasa, etc..
"Se trata de una enfermedad en la que no existe ningún factor de riesgo comprobado que se pueda evitar y tampoco tiene factor hereditario en la mayoría de los casos", explica el doctor Cubedo. Además, al ser por lo general tumores que se originan en tejidos blandos, son cánceres difíciles de diagnosticar ya que en su fase inicial pueden pasar relativamente desapercibidos, no manifestándose de forma clara hasta un estado evolucionado y de pronóstico más comprometido. "No obstante, un síntoma de alarma es la aparición de un bulto de más de tres centímetros y que crece, aunque sea lentamente, cerca de las articulaciones, como la rodilla, codo, hombro o cadera, síntoma que suele alertar a los médicos de que podría tratarse de un sarcoma", añade este experto.
Mientras que en los adultos son más frecuentes los sarcomas de tejidos blandos, en los niños, adolescentes y jóvenes son más comunes los sarcomas óseos, aquellos tumores de hueso que nacen en el propio tejido óseo, es decir, no son consecuencia de una metástasis de otro tumor. "En todos los casos, y puesto que no es una enfermedad que se pueda prevenir, más que el diagnóstico precoz es clave que las primeras medidas adoptadas para su tratamiento sean las correctas, ya que de las mismas dependerá que su pronóstico sea más o menos favorable", advierte el doctor Cubedo.
* Enlaces de interés: www.gruposeis.org / www.aeasarcomas.org (Asociación Española de Afectados por Sarcomas).