El último clavo en el ataúd de la dieta baja en grasa es este artículo publicado en Annals of Internal Medicine por un equipo de la universidad de Tulane en Nueva Orleans.
El estudio clínico se realizó con 148 personas sin historial de diabetes o enfermedad cardiovascular. Un grupo se alimentó con una dieta baja en carbohidratos (menos de 40 gramos al día, con un 40% de las calorías de grasa), y otro con una dieta baja en grasa (menos del 7% de las calorías). Lo más importante, a ambos grupos les dieron consejos de nutrición durante el ensayo.
De media, al cabo de un año, el grupo con la dieta baja en carbohidratos había perdido 3,5 kilos más que el grupo bajo en grasas.
¿Qué ocurrió con el colesterol? Ya sabes que hay dos tipos, y lo que importa no es tanto el nivel, como la relación entre el colesterol “malo” LDL y el colesterol “bueno” HDL.
El colesterol “malo” o LDL se mantuvo en los dos grupos más o menos igual. Sin embargo, el grupo con la dieta baja en carbohidratos vio cómo aumentaba su nivel de colesterol “bueno” HDL y bajaban sus triglicéridos. Es decir, la dieta alta en grasa y baja en carbohidratos mejoraba los indicadores que predicen las enfermedades cardiovasculares.
Fuente: QUO