Muchas legumbres, cereales integrales, frutas, carnes magras y lácteos desnatados. Pocos productos ricos en harinas refinadas y azúcares. Ésa podría ser la mejor receta para mantener el peso y no recuperar los kilos perdidos, según una investigación publicada en la revista 'New England Journal of Medicine'.
Lo más útil para adelgazar no es contar las calorías, sino tener en cuenta la "calidad de esas calorías" y la forma en que los alimentos se convierten en energía una vez que llegan a su organismo.
Productos como las lentejas tardan bastante tiempo en convertirse en glucosa una vez ingeridos, por lo que se considera que su índice glucémico es bajo. En cambio, el típico arroz blanco o las harinas refinadas (a diferencia de las integrales) tienen un índice glucémico alto gracias a su capacidad para proporcionar un rápido aporte energético. Para llevar a cabo el estudio, los autores de este trabajo reclutaron a 773 familias de todo el continente en las que al menos uno de los progenitores tenía problemas de obesidad.
Tras someter a este individuo a una dieta baja en calorías para perder al menos el 8% de su peso, se le asignó un régimen de mantenimiento determinado que debía cumplir toda la familia. En total, se compararon cinco tipos distintos de dieta (todos ellos bajos en grasas y sin restricciones en cuanto a calorías) que cada núcleo mantuvo durante 26 semanas.
Después de estos seis meses, los investigadores comprobaron que quienes mejor habían mantenido su peso y menos abandonaban el régimen eran aquellos asignados a las dietas moderadamente ricas en proteínas y productos de bajo índice glucémico.
De hecho, los participantes cuya dieta combinaba ambos factores "continuaron perdiendo kilos" durante la intervención, señalan los investigadores en la revista médica. Además de continuar analizando la evolución de los pacientes analizados y la del resto de sus familias, el estudio -denominado DIOGENES- también tratará de averiguar qué individuos responden mejor a este tipo de alimentación en función de su perfil genético.
"Estamos en el camino hacia la dieta individualizada", concluye la investigación.