Todo el mundo quiere una vida larga y llena de vitalidad. Pero más allá de los fundamentos de la buena dieta y ejercicio ¿qué se puede hacer?
Desde hace más de 2.000 años, la medicina china ha refinado el uso de la meditación para construir la fuerza de la vida del cuerpo. Y los científicos están de acuerdo. Los efectos bien documentados de la meditación regular incluyen presión arterial baja, menos enfermedades del corazón, disminución del dolor crónico, y mayor claridad mental. La meditación es una herramienta indispensable para vivir una vida más larga y más rica y evitando el desgaste que viene de un estrés constante.
Muchas personas encuentran la idea de la meditación desalentadora. Piensan que no tienen el tiempo, diciendo: “Algún día voy a dedicar el tiempo a estudiar la meditación.” La meditación es simple. No se necesita formación ni estar solo en las montañas. Todo lo que se necesita es un lugar tranquilo para sentarse y la curiosidad de probar durante 10 minutos.
Sentándose cómodamente y derecho, se cierran los ojos y se respira lo más natural posible. Después de unas cuantas respiraciones, hay que tratar de respirar con el abdomen solamente. Poco a poco, la respiración se profundizará a medida que se practica.
Luego se comienza a aquietar la mente. Por supuesto, los pensamientos vendrán – y siempre estarán ahí. Se debe dejar que vengan, pero no detenerse en ellos.
Si se tiene dificultad para concentrarse, se debe centrarse en una cosa, una palabra o un mantra que pueda invocar un efecto calmante en su interior.