Más meditación, menos medicación

Por Doctorcasado
@doctorcasado más meditación menos medicación.
— gurutze diez (@gurutzediez) Mayo 21, 2014


España es el segundo país del mundo (tras EEUU) en consumo de medicamentos. La gente no toma fármacos por que sí, los toma porque se siente mal. Un tercio de la población está en paro y otro tercio en situación económica precaria... como para no sentirse mal.
Sin embargo pronto nos solemos dar cuenta de que los medicamentos no nos solucionan todos los problemas.
Una amiga me sugiere el título del post de hoy. Tal vez si tuvieramos más conexión con nosotros, cultivando el arte del silencio y del estar tranquilamente con uno mismo nuestras vidas serían más serenas. En mi experiencia de muchos años de médico me he dado cuenta de que las personas que cuidan esta parcela interior viven mejor sus tiempos de enfermar. No evitan sentir dolor o sentimientos incómodos pero los consiguen manejar mejor. Y lo hacen desde ellos mismos, sin depender de químicos o complejas terapias. Pocas cosas son tan naturales y gratuitas como sentarse un rato a respirar tranquílamente o disfrutar de la contemplación de una bella pieza de música o de un jardín. No seré demagogo, la meditación no le calmará el dolor de muelas, pero seguro que le ayuda a sobrellevar mejor ese problema que no deja de rondarle la cabeza.
¿Cuándo merece la pena tomar medicación?
La respuesta a esta pregunta depende de cada caso. En la mayoría de las ocasiones cada cual sabe si le merece la pena tomarlos. En otras merece la pena consultar con alguien que nos pueda ayudar a tomar la decisión. Solemos preguntar a nuestra familia, amigos o conocidos. También buscamos información en Google o internet. Lo más seguro es preguntar a un profesional sanitario que nos conozca bien. En España casi todo el mundo puede acceder a un médico de familia de forma sencilla. Cuéntanos tu caso y trataremos de ayudarte. Nosotros te damos nuestra valoración basada en la ciencia. Al final decides tú.
¿Cuándo merede la pena un poco de meditación?
 No hay nadie que le conozca más a usted que usted mismo. Si considera que su nivel de prisa, agitación, stress, desazón, tristeza, angustia, presión... es excesivo la opción de meditar parecería una buena posibilidad. No conseguirá librarse de la preocupación por el jefe, la pareja, el familiar o su hipoteca pero si es capaz de mirar de frente sin salir corriendo dichos problemas estoy seguro de que le resultarán menos incisivos.
Hay mil caminos y formas de meditar. Siga la que le parezca mejor. Si no conoce ninguna le comparto la última pista que me ha llegado esta semana, un texto de Sesha sencillo y clarificador.