Que la mitad de tus amigos te consideren una persona medio lunática tiene sus inconvenientes, alguno que otro, aunque alguna que otra ventaja también tendría que tener. Una de ellas es que puedes vivir relajadamente sin estar pendiente de las últimas noticias que se publiquen en cualquier medio sobre el espacio cósmico. Cualquiera de ellos, de tus amigos, enseguida te va a mandar un whatsapp, como poco, para informarte de lo último que acontezca o pueda acontecer por esos mundos lejanos.
Hace un par de semanas, una noche clara de luna casi llena, salí a cenar con mi familia a un restaurante del centro de Madrid. Era agosto, finales, y en principio en este mes no hay problemas de aparcamiento en casi ningún barrio de la ciudad. Quizá esto ocurría "antes" porque ahora o por lo menos ese día concreto, no había manera de aparcar en los alrededores de la Plaza de las Salesas ni en la de Santa Bárbara. Cuando estaba ya más que desesperada, calle para arriba, calle para abajo, una vuelta, dos vueltas, tres... a punto de perder la paciencia por no encontrar aunque fuese un minúsculo sitio donde dejar el coche gratis, encuentro un estrecho hueco de estacionamiento en línea donde casi tengo que meter el coche "de canto". Lo meto (como sea pero lo meto!!) y consigo salir. Fi fi fi fi fí fi (ruido de silbido de WhatsApp) "Quién será ahora ??" -me pregunto. "Seguro que el restaurante para saber donde diablos me he metido", -pienso. Y no, no era del restaurante (estupendo restaurante italiano el Pulcinella) sino de mi amigo Miguel Ángel informándome de la publicación de esta curiosa noticia sobre una luna, sobre una de las lunas de Júpiter. Me siento la jefa de la Unidad Central de Inteligencia del planeta: uno de mis agentes ha hecho bien su trabajo :-)
Miguel Angel me envía un enlace de una noticia que ha leído en el periódico Público. "Muchas gracias !!", -le contesto. "Esto va al blog sí o sí" -le digo cuando termino de leerla. No sigo transcribiendo la conversación porque no voy a publicar aquí, ni aquí ni en ningún otro sitio, nuestras conversaciones privadas, pero inmediatamente pienso que sí que voy a publicar una pequeña entrada sobre ello, porque me ha gustado, en la sección "Más que curioso...galáctico" de mi blog, esa sección de título tonto, lo sé, que a mí me encanta porque la voy llenando de cosillas medio graciosas, curiosas o llamativas, pero que debe ser la que menos les gusta a mis lectores, pues es la que contiene las entradas menos leídas. No tiene importancia, alguien siempre habrá que pinche y eche un vistazo, pocos, seguro, pero con que lo lea él a mí me vale. La noticia venía simplemente a comunicar el hecho de que la cuenta de twitter NASA Europa Mission había lanzado, hacía un par de días, un curioso reto o juego que consistía en diferenciar o adivinar, de un total de 9 fotografías, cual de ellas era Europa, la luna de Júpiter, y cuales eran fotografías de desgastadas sartenes de cocina, todas muy similares entre si.
Cualquiera de estas fotografías, con esferas perfectas sobre fondo oscuro, parecen a simple vista imágenes de planetas o satélites tomadas por algún telescopio, pero resulta que solo una de ellas, pertenece a la imagen real del menor de los cuatro satélites galileanos, llamado Europa en honor a una de las conquistas amorosas de Zeus, el equivalente a Júpiter en la mitología griega. El resto, las otras ocho imágenes pertenecen a la serie de fotografías conceptuales del proyecto "Devour" del artista y fotógrafo noruego Christopher Jonassen. Esta cuenta de twitter sobre la próxima misión de la NASA a Europa, la luna helada de Júpiter que es casi del mismo tamaño que nuestro satélite y que es considerada como "uno de los lugares más prometedores en el sistema solar para buscar señales de vida" por sus supuestas condiciones para su habitabilidad (agua, oxígeno y energía), no ha desvelado la solución a este reto pero basta meterse en dicha cuenta, en la página oficial de la NASA o en la web del artista para ver y observar la peculiaridad de la superficie de Europa y sus características geológicas únicas que han conformado ese dibujo de superficies heladas y fracturas (tan similar a los arañazos y rasguños que acaban cubriendo las superficies de las sartenes) para adivinar enseguida cual de ellas es. Las demás están muy logradas, sí. Mis propias sartenes y cacerolas bien podrían pasar, sin el tratamiento de producción y edición que ha dado el fotógrafo a las suyas, por cualquier planeta de nuestro Sistema Solar o por cualquiera de los cientos extrasolares que se han descubierto, cualquiera que tire a color pardo o negruzco eso sí, que nadie vaya buscando en mi cocina sartenes desgastadas de color rosa, rojo o azul, pues estas mías, como las de casi todo el mundo, tienen lo que viene llamándose la roña del uso, pero hay que reconocer lo que se lo ha currado su autor.
Christopher Jonassen, el fotógrafo noruego, nacido en Stavanger en 1978, que ahora está tan orgulloso por la repercusión que ha tenido su trabajo, comenzó en el año 2003 una serie de fotografías (cientos de ellas) sobre utensilios de cocina viejos y en mal estado, cuando estudiaba diseño grafico en Australia y lo hizo como una reflexión o meditación sobre las acciones repetitivas que hacemos día a día. El proyecto "Devour", Devorar, lo inició unos años más tarde, en 2013, como una serie de fotografías de naturalezas muertas en las que intencionadamente el artista quería semejar con sus sartenes "planetas" para hacer una similitud entre la destrucción que llevamos a cabo día tras día sobre una sartén y la degradación paulatina de nuestro planeta, como una creación artística, simbólica y metafórica sobre la destrucción que llevamos a cabo sobre lo que nos da de comer.
Muy curioso !!
Si te ha gustado esta entrada puedes comentar, compartirme en tus redes sociales con los botones de aquí abajo o regalarme un "megusta".
GRACIAS !!