La mesa redonda sobre Obesidad Infantil del pasado XX Congreso de Medicina del Adolescente volvió a poner sobre el tapete la complejidad del problema. Y una vez más quedaron sin respuesta algunos de los puntos más cruciales del tema.
Unos y otros vamos desarrollando estrategias y actuaciones pero, a la larga, compartimos las mismas frustraciones.
Entre las preguntas se incluyen:
¿Cuando empieza la obesidad? ¿Es genética? ¿Durante el embarazo? ¿O en la primera infancia como parte del “programming” al que contribuyen dietas hiperproteicas?
¿Son obesos los adolescentes porque comen mucho o porque gastan poco? ¿Esta sociedad es obesogénica porque es una sociedad opulenta? ¿O porque tenemos reducidos los esfuerzos con tanto automatismo, ayuda y mecanización?
Y si reducimos el peso de los adolescentes ¿Mejoramos su pronóstico a largo plazo?
Un “bollycao” tiene 320 kcal. Para gastar 320 kcal hay que caminar 6 km a paso ligero. ¿Dónde está el equilibrio?
¿No será la obesidad un mero eslabon evolutivo de nuestra especie.
X. Allue (Editor)