Mascarilla de Huevo para el Verano

Publicado el 06 julio 2015 por Michaelsmads @MichaelsMads

Con el calor que nos acompaña estos días debemos tener mucho más cuidado con nuestra piel. Ya no solo por el sol y los rayos uva que pueden provocarnos manchas y otros problemas, la limpieza se convierte en verano en algo esencial si queremos poder presumir de tez clara y tersa. La piel libre de impurezas nos ayuda a asimilar mejor las cremas que utilicemos, ya sean hidratantes o ansiedad.
Y es que en verano, con el sudor, y si nos maquillamos mucho, es decir, con primer, base, protección solar, polvos matificantes… y un largo etc, no dejamos respirar a nuestra piel cuando más lo necesita. Lo peor que puede ocurrirnos en este punto es sentir los poros obstruidos. Esa horrible visión de puntos negros en la nariz, en la barbilla y en otros lugares del rostro que solo denotan falta de cuidado en muchas ocasiones.
Por eso hoy os traigo una solución para aclarar esos puntos negros y mejorar el aspecto de nuestra piel este verano. Es una mascarilla simple, fácil de hacer, muy barata y apta para todas las pieles. Da igual si tienes la piel seca o grasa, solo ayudará a limpiar los poros de la cara.
Utilizaremos un huevo. Da igual si es blanco o moreno, más grande o más pequeño. Esta mascarilla es de un único ingrediente y no importa para nada la cantidad. Tampoco importa si el huevo es más fresco o lleva en casa una semana, incluso podríais usar estos antes de acabar en la basura desperdiciados.
Cascaremos el huevo y separaremos la yema de la clara. Echaremos la primera en un recipiente y batiremos hasta conseguir que no se quede pegado al tenedor y caiga fácilmente. Retiramos el pelo de la cara y después de haberla limpiado con desmaquillante y limpiador cogeremos el huevo y lo extenderemos por nuestro rostro usando los dedos. Debemos crear una capa algo gruesa evitando el área de los ojos y las cejas, sobre todo por la dificulta que conlleva quitar los restos después.
Una vez hayamos esparcido todo el huevo, puede servir para una sola persona o más de una; dejamos secar, ya sea tumbados con la cabeza en alto que haciendo otras cosas. No gotea por lo que permite el movimiento.
Comprobaremos que está completamente seca y debemos sentir nuestra cara tirante con cada gesto, notando como la película que se ha formado se desquebraja con cada guiño.
Para retirarla cogeremos un disco de algodón, una gasa o una toalla con la que nos lavemos la cara, es decir que sea de tacto suave, y empezamos a frotar o bien en círculos o bien en líneas verticales. Haremos presión especialmente en los lados más conflictivos para la suciedad, las aletas de la nariz y la barbilla.
Una vez toda haya caído, con otro disco o parte de la toalla limpia reiteremos los restos mojándola previamente. Debemos quitarlo por completo. Cuando así sea, aplicaremos el tónico de forma normal para refrescar la piel y tenerla lista para las cremas que vayamos a utilizar.
Es una mascarilla muy fácil de hacer en casa, muy rápida y eficaz. Su efecto es más duradero si dejamos respirar la piel durante al menos un día completo a la semana. Todo está en saber escuchar a nuestro cuerpo y darle lo que necesita.
Ana Jurado Mata
Editora Invitada Julio
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