2 vasos de harina
2 huevos / 1 sobre de levadura
Una pizca de sal
Aceite de oliva
Elaboración1.- Se calienta un poco el agua y se mezcla con la harina y la levadura.
2.- Cuando lo tengamos todo bien integrado y la harina no tenga grumos, agregamos los huevos.
3.- Ya tenemos la masa lista, ahora nos queda ir porcionándola con una cuchara y freírlos en abundante aceite de oliva. Según las vamos sacando, las ponemos en papel secante, para eliminar el exceso de aceite.
Los papajotes o masillas están listos, sólo nos queda disfrutarlos!
Y si, lo habéis adivinado, nos los comimos con un buen chocolate calentito, y nos sentaron divinamente!. Como véis he hecho la versión manchega, que no lleva azúcar por fuera, esta es la versión 'masillas'. Sin embargo, cuando mi madre las preparaba, si que los envolvía en azúcar, es la versión, 'papajote'. De las dos formas están deliciosos. Cuando era pequeña mi madre, algunos domingos, los preparaba para desayunar y los disfrutábamos mucho.
Es cierto que este plato es un poco calórico, sobre todo, si lo acompañamos de un buen tazón de chocolate, pero no pasa nada.... relajación!. No todos hemos de tener un cuerpo esbelto, no todos tenemos que cumplir con los cánones de belleza, que alguien, no sabemos muy bien quien, impone, no todos tenemos que ser esclavos de 'un físico en serie'.
Claro, que hay que comer sano, claro, que hay que estar bien, pero esto no quiere decir, que no podamos disfrutar de estos pequeños placeres. Olvidaros de contar calorías, olvidaros de la báscula y pensar en el placer que supone mojar un papajote en el chocolate y comérselo. Al fin y al cabo, como dice una leyenda, creo que árabe, en la vida, sólo vivimos realmente, los momentos que somos felices, por lo tanto a disfrutar!
Aute, aquí va, 'l'amour avec toi'. El tiempo pasa, y Aute, aunque ya está grande, como dice mi tía, sigue manteniendo la misma voz, que tenía allá por los 90!.