A nadie sorprendió que Djokovic se llevara el primer set sin muchos problemas, a pesar de haber tenido enfrente un rival que se plantó de igual a igual y le dio pelea. El serbio tuvo una efectividad del 76% con el primer saque, pero no estuvo tan fino con el segundo; y cedió cinco chances de quiebre. Sin embargo, Fish no pudo concretar ninguna. El serbio aprovechó los desaciertos del estadounidense (que cometió 14 errores no forzados) y concretó dos de tres break points, para cerrar la manga.
El segundo parcial fue el mejor del norteamericano. Fish mejoró con su servicio, sumó más tiros ganadores (13 contra 8) y menos errores no forzados (12). Mientras que Djokovic sacó el pie del acelerador y bajó su nivel. Por eso, el estadounidense logró imponer el ritmo, subió más a la red y pudo adueñarse del set, gracias a dos quiebres que le permitieron marcar diferencias.
El serbio volvió a meterse en partido en el tercer capítulo. Otra vez estuvo muy sólido con su saque (al punto que no entregó chances de quiebre) y, desde el principio, complicó a su rival. En el game inicial, Fish tuvo que luchar mucho para mantener su servicio. A partir de allí, el juego se niveló, hasta que en el quinto game, Nole concreto el quiebre y sentenció el match. Luego, sólo tuvo que sostener la ventaja, para sellar el resultado.
Djokovic sumó, así, el 27º trofeo a su palmarés personal y el décimo en un Masters. Y continúa ratificando el increíble nivel que viene mostrando en esta temporada, en la que sólo perdió un partido (en semis de Roland Garros ante Roger Federer) y ganó nueve de los diez torneos que disputó.
Cuadro de singles de Montreal
Foto: