No me dejes (‘Ne me quitte pas‘ como dice en francés la canción de Jacques Brel) es una novela intimista, una reflexión sobre la soledad y las diferentes maneras de vivirla que nos presenta distintos tipos de amores. La narración nos lleva a París para hablarnos de amor, dolor, ausencias, soledad, emigración y exilio a través de historias personales. El florista Dominique Brulé, las ancianas Mercedes y Tilde y la joven Violeta, son los cuatro protagonistas de esta novela, unos personajes que a lo largo del libro van reconciliándose con las diferentes etapas de su pasado y se van convirtiendo en cómplices los unos de los otros.
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«Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su establecimiento. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y abrir la persiana, se comunica en silencio con todas las plantas y les da un tiempo prudencial para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche mezclándose unas con otras y él espera a que vuelvan a estar en sus jarrones de agua limpia cuando da al interruptor. Nunca las pilla en movimiento, un día sucederá. Cuando inauguró la tienda pensó encerrarse y dejarse morir, pero al ver que las tímidas siempre vivas sobrevivían sin agua después de semanas sin atención alguna y presas del olvido en la oscuridad de su duelo, se dio cuenta que él también podría vivir sin su amor».