El pasado 4 de octubre se celebró el Día Mundial de la Dislexia y desde McDonald's Suecia quisieron aportar su granito de arena para visibilizar y sensibilizar sobre este trastorno del aprendizaje. ¿Y qué es lo que hicieron? Pues durante esa jornada, los textos de sus anuncios en soportes digitales se fueron alterando de forma intermitente para ponernos en la piel de aquellas personas que padecen dislexia y tienen dificultades para leer.
Esta acción también se llevó a cabo en los restaurantes que tienen el menú en pantalla, donde los clientes podían ver cómo las letras de los nombres de los productos de McDonald's iban cambiando aleatoriamente dificultando así su lectura. Además, durante este día los Happy Meals llevaban de regalo un libro infantil que cuenta la historia de un niño con dislexia para acercar también esta realidad a los más pequeños, que son quienes más sufren este problema.
Obra de la agencia Nord DDB, esta campaña busca hacer visible un trastorno del aprendizaje que afecta a cerca del 20% de la población mundial, aunque a penas se hable de ello en los medios de comunicación.