McLaren ha sufrido un comienzo de pesadilla en la segunda y última prueba de la F1 2018 después de que su auto se averiara tres veces en el Barcelona.
Problemas eléctricos relacionados con la batería hicieron que Stoffel Vandoorne esperara alrededor de tres horas en total, ya que los mecánicos resolvieron los problemas antes de volver a soltarlos. Pero a mediados de la tarde los problemas hidráulicos pusieron a tierra el automóvil naranja por tercera vez.
Pero Boullier insistió, "No hay absolutamente ningún drama. Esto es solo una prueba. Llevamos el automóvil al límite y probamos varias condiciones, configuraciones y cosas diferentes. A veces funciona, a veces no funciona ".
"Los autos son complicados y cuando tienes que cambiar algo en el corazón del auto, lleva más tiempo que en el pasado cuando era mucho más simple".
"Para ser justos, lo último que hemos visto hoy han sido las piezas que teníamos en el auto desde el comienzo de las pruebas y la fatiga rompió las partes, nada más".
"Tenemos que volver a esto y asegurarnos de tener una mejor integración y diseño, pero es solo negocios como de costumbre", agregó Boullier.