La ciencia médica acaba de desarrollar un aerosol cuya fórmula posee pequeñas moléculas de hemoglobina purificada con oxígeno, permitiendo reducir el tiempo de cicatrización en un 50 por ciento. Esto como una nueva opción terapéutica para tratar heridas crónicas, que usualmente tardan más de ocho semanas en sanar.
Las heridas sin cicatrizar son comunes en pacientes con pie diabético, y si llegan a complicarse, fungen como una de las causas principales de amputación de extremidades inferiores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 40 y 85 por ciento de tales amputaciones son producto del descontrol de la glucosa en sangre.
El producto, de nombre Granulox, fue fabricado por el laboratorio mexicano Silanes y el laboratorio alemán Sastomed. En nuestro país fue aprobado gracias a un estudio que se realizó en 42 pacientes con heridas crónicas, de los cuales 93 por ciento fueron curados, de acuerdo con los resultados publicados en la revista German Medical Science.
“La lesión primaria impide el suministro de oxígeno desde dentro, al igual que del exterior. La razón es porque las heridas están cubiertas por una fina capa de líquido llamado exudado, la cual también es importante para la curación, pero el oxígeno no se difunde adecuadamente y, por ende, la herida no puede cicatrizar”, abundó.
El cirujano vascular explicó que este proceso generalmente se presenta cuando aparecen afecciones como diabetes, hipertensión arterial y anemia, así como en fumadores y en quienes viven con alguna enfermedad autoinmune. En dichos casos, el daño en las arterias y en general en la circulación sanguínea limita los niveles de oxígeno, que es fundamental en el mecanismo de cicatrización.
Ante ello, el experto mencionó que existe la necesidad de contar con un mecanismo de acción externo que otorgue el oxígeno suficiente hasta el fondo de la herida, a fin de que cicatrice correctamente en el menor tiempo posible.
Por su parte Otilia Cruz Castañeda, jefa de la Clínica de Heridas y Ostomías del Hospital Regional Zaragoza del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), aseguró que en México anualmente se realizan 128 mil amputaciones de extremidades, la mayoría como consecuencia del pie diabético, que es una de las principales complicaciones de esa enfermedad.
Alertó que una persona que pierde una pierna por esta cuestión aumenta en 50 por ciento su riesgo de muerte en los siguientes tres años, o de sufrir la pérdida de la otra extremidad en los cinco años subsecuentes a la primera amputación.
Para lograr una curación, lo primero es que los afectados controlen su enfermedad de base, cuenten con atención médica integral y que la herida esté libre de infecciones, para luego dar inicio al tratamiento para la cicatrización. Hasta hace poco, únicamente estaba disponible la terapia convencional a base de limpiezas una o dos veces al día, con agua y jabón.
El laboratorio Silanes espera que Granulox sea aprobado por el Consejo de Salubridad General para incluirlo en el Catálogo de Medicamentos del sector salud y luego buscar su incorporación a los cuadros básicos de las instituciones.