Médicos y farmacéuticos claman en Madrid por el sostenimiento de la sanidad pública

Por Fat

El paseo del Prado de Madrid, donde se encuentra el Ministerio de Sanidad, hacía mucho tiempo que no era escenario de una concentración tan nutrida batas blancas para gritarle a su actual inquilina que no están dispuestas a aceptar con resignación los recortes salariales ya aprobados y las medidas añadidas que previsiblemente se sentirá tentado a aplicar el Gobierno actual, presa como es de un desconcierto que a buen seguro le llevará a seguir dando palos de ciego contra quien primero tenga a mano, que en este caso son los médicos y demás profesionales que trabajan para los servicios públicos.
Hacía mucho tiempo, decíamos, que los aledaños de la coloquialmente conocida como casa de la pradera no veían tantos médicos indignados, y por eso el día de hoy bien puede ser calificado de histórico en la memoria nada turbulenta de esta profesión.
La concentración, que dio comienzo a las 12 horas, y fue respaldada por alrededor de 2.500 personas, había sido convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) tras percatarse de que los facultativos decidieron hacer caso omiso de la huelga de funcionarios del pasado día 8 sin que ello quisiera decir que les daba igual la merma del 7% de sus salarios.
Hoy se demostró, ciertamente, que había muchos compañeros deseosos de expresar la indignación que siente el colectivo. Por supuesto, no estuvieron todos, pero bien puede decirse que quienes acudieron representaron muy bien a quienes no estuvieron en la cita de Madrid.
Por otra parte, los facultativos se vieron arropados por cientos de farmacéuticos que vieron en la protesta convocada para hoy la ocasión de expresar también su enfado por los recortes económicos que les afectan, así como de hacer suya la premisa de que los profesionales sanitarios se opondrán firmemente a que la conquista social que supone el Sistema Nacional de Salud naufrague por la mala gestión de los asuntos económicos que ha acreditado el Gobierno actual.
Los farmacéuticos, pues, se sumaron a delegaciones médicas llegadas de los cuatro rincones de España: desde Galicia a Cataluña, desde Asturias a Cádiz, y desde Extremadura a las Islas Baleares. Además, en los días previos se transmitieron decenas de adhesiones de organizaciones profesionales distribuidas por toda la geografía nacional.
Puede decirse, en consecuencia, que ha sido un éxito de CESM, y también del Foro de la Profesión Médica, en el que la organización sindical tiene de socios, por así decir naturales, a los colegios médicos (OMC), sociedades científicas (FACME) y decanos y estudiantes de Medicina. De hecho, el Foro decidió asumir desde el primer momento la convocatoria de ayer, y es muy de agradecer, en concreto, la labor que ciertos colegios provinciales y autonómicos han llevado a cabo para que el gesto de ayer fuera lo más rotundo posible.
AGUIJÓN SALARIAL E INCERTIDUMRE FUTURA
Durante las casi dos horas que duró la manifestación quedó claro que los médicos han sentido, como es lógico, el aguijón que les supone el recorte salarial decretado por el Gobierno para todos los empleados públicos. Y ellos seguramente con más motivo que el resto, puesto que la rebaja se hará con criterios progresivos en función de la categoría profesional.
Esta situación no es fácil de entender (en la medida que las subidas salariales se han hecho por norma con carácter lineal), pero ciertamente pasa a ser incomprensible cuando se comprueba que la paga extra de finales de año que cobren los médicos tendrá unos emolumentos inferiores a los de muchos profesionales de enfermería.
La explicación de este contrasentido es que las retribuciones fijas, que es sobre las que se articulan básicamente las pagas extras, no presentan grandes diferencias entre categorías. Sin embargo, al médico, por serlo, se le descontará más.
A FAVOR DE LA SANIDAD PÚBLICA
De todos modos, y aun siendo importante para sus economías domésticas el sueldo que se llevan a fin de mes, lo médicos están si cabe más preocupados por el resquebrajamiento de ese pilar básico del Estado de Bienestar que es nuestro servicio público de salud.
En este sentido, entienden que su sostenimiento con los estándares de calidad que se le reconocen dentro y fuera de nuestras fronteras, ha venido siendo posible gracias a que la dedicación de las personas que trabajan en él ha compensado la precariedad de recursos económicos en la que crónicamente se desenvuelve. Hay una cifra que lo dice todo al respecto: el porcentaje de PIB dedicado a Sanidad se mantiene desde hace años dos puntos por debajo de la media en la UE-15.
Junto a esa deficiencia en recursos, los médicos denuncian que hay un claro desgobierno plasmado en hechos como que el Consejo Interterritorial (agrupa al Ministerio y los servicios de salud autonómicos) no sea capaz de tomar decisiones vinculantes para todo el SNS, el intervencionismo político en el nombramiento de ciertos cargos gerenciales, el exceso de burocracia o la falta de coherencia a la hora de regular la oferta servicios (lo que se llama “cartera de prestaciones”) y la demanda creciente de atención por parte de los ciudadanos.
Así las cosas, el Foro de la Profesión reclama que para que podamos seguir sintiéndonos orgullosos de nuestra sanidad pública, han de revertirse las deficiencias que se acaban de apuntar (entre otras) y dar paso a un SNS profesionalizado, que es la manera que los médicos tienen de pedir una mayor racionalidad en su funcionamiento.
En este sentido, los médicos no entienden que pasando el 80% del gasto sanitario pase por sus manos, no se les dé atribuciones para participar de un modo efectivo en la gestión de los centros.
Todo esto quedó reflejado en el MANIFIESTO que leyeron al final Juan José Rodríguez Sendín y Patricio Martínez, presidente y secretario-portavoz, respectivamente, del Foro de la Profesión Médica.
***Comunicado de la CESM