Los cálculos renales son depósitos pequeños y duros hechos de minerales y materiales recurrentes dentro de los riñones. Pueden pasar desapercibidos en el riñón hasta que pasan al uréter donde causan dolor.
El desarrollo de cálculos renales suele comenzar entre los 20 y 30 años y puede continuar durante años. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, condiciones de salud como diabetes, malos hábitos dietéticos y orina que carece de sustancias para prevenir la formación de cristales.
Los cálculos de calcio son los más comunes y están compuestos de calcio y oxalato. Los cálculos de estruvita se pueden formar después de una infección del tracto urinario. Los cálculos de ácido úrico pueden desarrollarse debido a la deshidratación, una dieta rica en proteínas o factores genéticos. Los cálculos de cistina están asociados con un trastorno hereditario llamado cistinuria.
Alrededor del 50% de las personas que desarrollan cálculos renales tendrán otro en semanas sin medidas preventivas.
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir el riesgo, como mantenerse hidratado, consumir una dieta baja en calcio y oxalato, reducir la ingesta de carnes rojas y sobretodo de sodio asi como prevenir infecciones del tracto urinario.
La formación de cálculos renales de cada persona es única, por lo que es importante desarrollar un plan de tratamiento personalizado y considerar el tipo de cálculos renales, sus posibles causas y medidas preventivas específicas.
En Conclusión: La prevención de cálculos renales antes de que se formen requiere una combinación de cambios en el estilo de vida y al identificarlos consultar con un profesional de la salud para desarrollar una estrategia de prevención y tratamiento eficaz.