Cuando ya hayas encontrado tu posición cómoda para permanecer unos minutos, estás lista para empezar. Lo primero que tienes que hacer es buscar tu lugar para la meditación. Si tienes algún lugar tranquilo en la naturaleza mucho mejor: La playa cuando no hay nadie, un jardín sin demasiado ruido, o un trozo de bosque o montaña sería fantástico.
Pero si no tienes acceso a estos lugares no te preocupes, una habitación tranquila de tu casa también puede servir. Además lo tienes mucho más accesible y puedes practicar más veces para desarrollar la meditación.
Este es un ejercicio muy sencillo que hay que tomar muy en serio. Es una costumbre muy sana dedicarte a descansar el cuerpo y la mente a través de la meditación. Quizá no encuentres resultados inmediatos , pero si tu objetivo es controlar la ansiedad, te aseguro que a mediano plazo lo vas a notar muchísimo.
Necesitas un objeto para este ejercicio, un objeto natural. Una flor es perfecta para esta meditación, sino tienes una flor a mano, puedes coger una fruta o una hoja de un árbol de la calle. Lo ideal es una rosa.
Ya tenemos los cojines , la postura y el objeto. Ahora siéntate en posición y coloca la rosa frente a ti, en el suelo o encima de una silla. (para que la veas mejor y no inclines tanto el cuello hacia abajo.)
Mientras estás sentada, haz uno o dos minutos de respiración lenta y serena, para bajar tu ritmo de pulsaciones. En ese tiempo mantén tus ojos cerrados y prepárate para vaciar tu mente de cualquier pensamiento.
Cuando estés lista, comienza…
Abre tus ojos y mira fijamente a la rosa. Mira la textura de sus pétalos, sigue con la mirada las curvas del corazón de la flor. Piensa únicamente en su diseño. Observa cómo está formada, sus espinas, su tallo…
Poco a poco ve vaciando tu mente de todos los pensamientos que tengas. Únicamente piensa en la flor, imagina cómo ha crecido, como se desarrolla, cómo se abre cuando florece…
Al principio, te costará mucho concentrarte, los pensamientos de tu mente invadirán tu tranquilidad, y se encargarán de hacerte sentir ridícula e inquieta. Pensarás que podrías estar haciendo algo mejor y no perder el rato en eso.
Pero no les hagas caso, en muy poco tiempo fortalecerás tu concentración y verás como aguantas más y más tiempo cada vez.
Controlar la ansiedad mediante la meditación es muy útil, pero debes ser persistente, tienes que practicar cada día el tiempo que puedas. Primero hazlo por cinco minutos, y luego por diez. Acabarás por estar media hora sentada cómodamente y en tu momento de paz y tranquilidad.
Recuerda que un cuerpo incapaz de sentarse a descantar y quedarse quieto, es un síntoma evidente de una mente mal entrenada. Y una mente mal entrenada es incapaz de controlar la ansiedad.
Meditación Sencilla Para Controlar La Ansiedad. 1/2 (parte 1 La Postura)
DiegoCG.