Mejillones al cava con aroma de azafran

Por Carmenrosa @MicocinaCR
Los Neardentales ibéricos comían marisco hace más de 150.000 años.
Un estudio científico realizado por un equipo internacional, con la participación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) estudiaron y descubrieron que los Homo Neardentalesis marisqueaban y consumían moluscos en las costas malagueñas hace 150.000 años.
El hallazgo, realizado en Cueva Bajondillo es el vestigio más antiguo descubierto hasta el momento y no es una cuestión de datación, sino que conlleva importantes implicaciones para el conocimiento de la evolución humana.
Según los investigadores el marisqueo es uno de los comportamientos que define a los humanos modernos y, en cierta medida, una ventaja adaptativa; éste gran descubrimiento sitúa a Torremolinos como el lugar con el registro más antiguo de ésta actividad; hasta ése momento, la prueba más arcaica localizada no superaba los 50.000 años.
Sí, los malagueños de hace 150.000 años (que se dice pronto) ya consumían bivalvos y marisqueaban en nuestras costas, dejando constancia en sus asentamientos como en éste de las Cuevas del Bajondillo de Torremolinos (Fuente de información).
Es mi Paseo Marítimo, en el que mi marido y yo andamos a paso rápido durante una hora en plan deportistas casi cada día del año; también es nuestro Paseo Marítimo de ésas mañanas festivas que lo recorremos cogidos de la mano disfrutando de la delicada brisa de la mar sobre la piel, oliendo el salitre a la par del aroma de las brasas de los espetos que invade cada tramo de Playamar.     Cerca, muy cerca, las cuevas del Bajondillo, mi parada de siempre para pensar en nuestro pasado....
En la lejanía las blancas Sierras llenas de nieve, al otro las siluetas de los barcos amarrados en el Puerto Deportivo; a un lado, la tranquilidad dormida de las playas de arena gris y la mar bañada por la luz del Sol que espejea en sus aguas; en paralelo a la playa el animado bullicio de los comercios, de los restaurantes, de los hoteles y de las urbanizaciones donde residentes, extranjeros y turistas disfrutan de ésta Costa del Sol malagueña llamada Torremolinos.
1.300 molinos nazaríes y una torre vigía cristiana dieron nombre a ésta ciudad, Torre de los Molinos era su nombre, actualmente todo un referente turístico internacional, pionero y transgresor, que inició su andadura cuando a finales del siglo XIX, cuando Sir George Langworthy compró el castillo de Santa Clara (entonces cuartel de carabineros, y emprenden su transformación en residencia) y con el paso de los años lo convirtió en hotel en 1930, llamado Hotel del Inglés( Fuente de información).   
La belleza del entorno, la soberbia construcción y lo cuidado de sus jardines hizo que siempre tuviera los mejores clientes posibles, sobre todo británicos que venían a disfrutar de un increíble clima y de un lugar totalmente para ellos, fue el primer hotel de la Costa del Sol, el Hotel Castillo de Santa Clara.     Desde los hoy apartamentos, se divisa La Carihuela, aquella playa de antiguos pescadores, hoy zona de comercios y restaurantesY es allí, en la zona del Bajondillo de Torremolinos, la silueta de ésa construcción rodeada de multitud de edificios, descansan sobre los taludes de piedras y rocas, donde aún quedan algunos pequeños vestigios de naturaleza; a los pies de los roqueos nuevas edificaciones recortan la loma que han ido y van cubriendo una gran parte de la hermosa historia de ésta tierra.   El peaje a pagar para el desarrollo de Torremolinos fue, ha sido y es un muy alto impacto en el paisaje natural, aunque las vistas a la mar es imperecedera.
En nuestro caminar suelo pensar en ésa parte de la historia malagueña, olvidada por muchos, solapada, tapadas por las construcciones ésa gran gruta pegada al mar, cuna y refugio de los primeros marengos, aquellos que vivieron en ésta Málaga, que yo llamo El Paraiso, hace 150.000 años.        
Almejas, búsanos, coquinas, conchas finas, cañaillas, navajas y como no los riquísimos y deliciosos mejillones formaban parte de su dieta….igual que hoy en día.
Los mejillones de ésta costa andaluza siguen siendo de un sabor y tamaño realmente excepcionales.   Las aguas que bañan las costas malagueñas poseen unas características oceanográficas especialmente idóneas para los moluscos, gracias a su perfil térmico, ausencia de contaminación industrial, corrientes marinas, etc….y a pesar de que los “morcillones” de roca, cada vez es más difícil de consumir, el cultivo en mar abierto en nuestras costas es una industria en auge.Marengos, gente de la mar, acuicultores, que han convertido la cría de los mejillones en éste Mar que baña las costas malagueñas en un símbolo vivo de la mesa malagueña, llegando a nuestros mercados un “morcillón” de una gran calidad y un sabor magnífico.
Durante los meses de Mayo hasta Agosto, es cuando los mejillones se reproducen, con lo que su carne es menos firme y pierden peso e incluso sabor; independientemente de que las altas temperaturas ayudan a la proliferación de bacterias; de hecho las bateas donde se crían se suelen cerrar.  
Cuando vuelven a estar en su mejor momento, no sólo porque han crecido y son de mayor tamaño, es cuando el agua al está más fría, favoreciendo a su desarrollo…..de Octubre a Marzo, probablemente sea la mejor época para consumirlos, pudiéndose encontrar ejemplares de éste tamaño.
No obstante, siempre se ha de tener en cuenta, sean de donde sean los mejillones, sea cual fuere su origen una serie de detalles a la hora de comprarlos.
Se debe prestar una especial atención a que estén regulados legalmente, que tengan un control sanitario correcto y adecuado a las normativas correspondientes relativas a su comercialización y que hayan sido depurados.
Puesto que es un producto que debe cocinarse mientras aún está vivo, hay que tener cuidado en que sean frescos, para ello al comprarlos hay que fijarse en que la concha esté negra, brillante y sin roturas (si la concha está abierta, siempre que al golpearla se cierre, será señal de que no está muerto ni en mal estado).
Lo ideal y es lo que suelo hacer siempre, es consumirlos el mismo día de su compra.
Si lo tienen que conservar de un día para otro, dejarlos en el frigorífico, en la parte menos fría, envueltos en una rejilla lo suficientemente apretados para que no puedan abrirse o bien envolviéndolos en un paño húmedo pero bien apretado unos contra otros.  Nunca se deben dejar fuera de la nevera ni en la parte más fría de la misma, tampoco congelarlos crudos puesto que morirían.
Si necesitan conservarlos más de un día o congelarlos, deberán cocerlos previamente y dejarlos sumergidos en el agua de la cocción.
Generalmente suelo consumirlos cocidos o al vapor, con un buen chorreón de limón, aunque es ingrediente también indispensable para muchos de mis platos.
En ésta ocasión lo he preparado como primer plato, con una deliciosa salsa cuya base es el cava aromatizado con azafrán.   Un delicioso caldo para ir tomando con una de sus conchas haciendo las veces de cuchara.
Los mejillones de éste gran tamaño y calidad los consigo siempre en el Mercado de Huelin, en un puesto donde únicamente su propietaria unicamente vende bivalvos….los mejores de Málaga.  
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos personas:
1 kg. de mejillones (eran muy grandes, por lo que la concha hace que el peso del animal en sí sea alto para el peso de la carne del animal, por lo que en éste caso el kilo de mejillones fue perfecto, máxime siendo un primer plato), 2 vasos de cava semi-seco, medio vaso de nata (especial para cocinar), dos dientes de ajo, una hoja de laurel, media  cebolla mediana (blanca, dulce, tipo cebolleta), azafrán, sal y aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño.
Los pasos a seguir:
Ante todo limpiar bien los mejillones, puede parecer al principio laborioso y complicado, pero os aseguro que nada más lejos de la realidad,
Para ello hay que quitar los filamentos que asoman entre las dos valvas, el biso, las barbas que son por los que el mejillón se mantiene pegado a la batea o a la roca antes de ser recogido.  Hay quien aconseja dar un tirón con un cuchillo…..esto último mataría al animal…..Lo mejor, y es mi consejo, cortarlo con unas tijeras…así de fácil, simple y sencillo.
Eliminar los pequeños crustáceos adheridos a la superficie de las cáscaras golpeándolos con un cuchillo de cocina suavemente y con el mismo cuchillo o un estropajo, raspar las conchas.
Una vez limpios de adherencias, enjuagarlos bien; suelo hacerlo llenando el fregadero de la cocina removiéndolos bien y haciendo ésta operación en dos ocasiones, así me aseguro una limpieza más exhaustiva,
Mientras se hace ésta última operación de enjuage, desechar los que están rotos y la concha ha matado el animal y los que no pesan en absoluto (si el pescadero es de confianza esto no sucederá…mi pescadera, en el Mercado de Huelin, me los da bien hermosos, llenos y super limpios exteriormente).
Pelar los ajos y la cebolla y picarlos en trozos pequeños.
Cubrir el fondo de una cacerola y pochar a fuego lento la cebolla, los ajos y el laurel.
Cuando estén transparente incorporar los mejillones y el cava.Llevar a ebullición dejando, siempre a fuego lento, que evapore el alcohol y se vayan abriendo los bivalvos. Remover con una cuchara de madera si fuese necesario a fin de ayudar que se cubran con el cava y que se vayan abriendo. 
Incorporar la nata y las hebras de azafrán azafrán salándo al gusto. Tapar la cacerola y dejarlo cocer unos minutos.
Apartar del fuego y dejar reposar, manteniendo caliente.Servir en una única fuente
o en platos independientes. Lo importante es disfrutar de éste delicioso plato de mejillones de Málaga.Dedicado a una gran señora, tan apasionada (quizás más porque ella nació y ha vivido siempre en Torremolinos) como yo por ésta preciosa y maravillosa ciudad malagueña, por sus paisajes, por su luz, su alegría, su gente, por su mar....y por supuesto su gran historia y cultura, como la gastronomía.   Va por ti mi querida amiga Remi