Mejor solo que mal acompañado

Por Juanantoniogonzalez

Canta Sergio Dalma y sus fieles voces de karaokes y verbeneros que «bailar de lejos no es bailar, es como estar bailando solo». Con su voz medio rota, recuerda a Claudio Baglioni, Nicola di Bari y Toto Cotugno, pero Dalma tiene la virtud de conseguir que cuando suena su famosa canción, las plazas de los pueblos en fiestas se llenen de parejas danzando al estilo clásico de bailar pegados. Un buen entendedor en el arte del movimiento corporal, al son de la música, dirá que bailar juntos no es cualquier cosa, porque el riesgo de pisar a la pareja de baile, o de un traspiés que acabe con los dos en el suelo, puede convertirse en un accidente laboral. ¡Cuidado!, que nadie confunda el cambio en los pasos de baile con caerse en casa teletrabajando, esto último ya es causa para pedir la baja en el trabajo.

En China no sé cómo harán lo de bailar pegados, pero en la semana que celebran el Día del Soltero, andan como locos por aumentar las ventas por internet. El país de la hoz y el martillo, el de aquella economía colectiva, ha sabido crear adictos al consumo. Los singles y el individualismo son la seña identidad. ¡Cuidado!, que nadie confunda a estos singles con aquellos pequeños discos de vinilo, donde es posible que hayas escuchado una y otra vez el Bailar pegados de Sergio Dalma a 33 revoluciones, aunque acabes la canción todo revolucionado y con exceso de velocidad.

Sin embargo, en España, el Ayuntamiento de Málaga ha decidido acabar con las despedidas de solteros y solteras, con las fiestas callejeras de penes occipitales, de las muñecas hinchables como compañeras ocasionales; en algún bando municipal publicarán el fin de los disfraces de las novias adornadas con su banda de Miss Soltera a punto de entrar en el estado marital. ¡Cuidado!, que nadie piense que no hay que celebrar la pérdida de la soltería, pero como advierten las botellas de alcohol: haga usted un consumo responsable de su aparente ejercicio de libertad.

En esta semana de la soltería, la pareja de gobierno ha decidido aparcar sus rencillas y dejar a un lado su crisis sentimental. En un ejercicio urgente se han reconciliado para cambiar el Código Penal, aunque desconocemos si lo han hecho porque la sociedad lo estaba pidiendo a gritos en la calle. No sabemos cuánto tiempo durarán los efectos de la reconciliación, pero dentro de un año volveremos a escuchar el estribillo de que es mejor estar solo que mal acompañado. ¡Cuidado!, que las reconciliaciones son necesarias, porque como canta Sabina: Nos sobran los motivos y tenemos 19 días y 500 noches.

¿Quieres un café solo o con una nube de leche? En la nube de mi Spotify escucho La llamada de Leiva.