Es muy importante que nuestro sistema inmunológico funcione correctamente. Por ello, cuando a veces nos dicen que tenemos las defensas bajas, nos ponemos enfermos, las heridas tardan en curar o nos cansamos más de lo normal. Es un sistema que nos protege, y una forma de fortalecerlo es a través de la alimentación.
Una buena forma de cuidarse es vigilando aquello que comemos. Pero además, hay alimentos que nos ayudan en algún aspecto en especial. En este caso, las uvas rojas y los arándanos nos pueden hacer más resistentes a los ataques de bacterias o cualquier célula patógena. Y es que según un estudio reciente, ambos frutos contienen compuestos como los derivados de estilbeno.
Los compuestos que se encuentran en la uva roja y los arándanos actúan junto a la vitamina D aumentando la expresión de un gen, el péptido de catelicidina antimicrobiana. Se trata de un gen que está relacionado con la función inmunitaria de nuestro organismo y que, al reforzarse, nos mantiene libres de muchas enfermedades.
Lo mejor de todo es que se trata de dos tipos de frutas muy diferentes que podemos encontrar en cualquier supermercado. Son muy sabrosas y las podemos consumir con nuestros postres. Por ejemplo, si cocinamos una tarta de queso, la podemos acompañar de arándanos. Los podemos tomar de cientos de formas, con yogur, cereales o simplemente lavando bien la fruta.
Para mantener el cuerpo fuerte y protegido, lo mejor es seguir una dieta rica en vitaminas y minerales, evitando siempre los alimentos pre-cocinados. El ajo y el tomillo ayudan también a este sistema de defensa y son muy efectivos.
Es una forma sana, natural y muy fácil de cuidarse. Si empezamos a tomarlas, seguro que más de un resfriado o virus estomacal nos conseguiremos ahorrar. Es algo que realmente se agradece, sobre todo cuando a nuestro alrededor hay virus y bacterias en el aire que podemos coger en cualquier momento.