Y las estrellas de la prevención son, sin lugar a dudas, los hábitos saludables y una buena alimentación. La dieta mediterránea ha estado extensamente estudiada por sus efectos cardioprotectores, pero nuevos estudios demuestran que también tiene efectos beneficiosos contra las enfermedades neurológicas tan presentes en la tercera edad. El estudio en cuestión concluye que los individuos que usan cotidianamente el aceite de oliva (tan tradicional de la dieta mediterránea) tenían un riesgo entre un 40% y un 70% menor de padecer ictus (accidente cerebrovascular).
Los nuevos estudios que da a la luz la ciencia confirman una y otra vez el papel clave que tiene la alimentación en la salud y en la prevención de enfermedades. Creo que vale la pena cuidar de ella, pues nos va dotar de una vida más larga y de mayor calidad.