Dentro de las actividades veraniegas de este galeno que les escribe estuvo la entrevista que hoy presentamos con el doctor Rafael Cofiño, jefe del servicio de evaluación en salud y programas de la Dirección General de Salud Pública de Asturias, para lo que me tuve que desplazar a lo más recóndito del ínclito principado donde vive.
Lo cierto es que la visión de la salud comunitaria que tiene este colega y amigo es de las más avanzadas y agudas de nuestro erial sanitario. En el vídeo nos propone trabajar por buscar conexiones entre los distintos profesionales y actores del sistema, actuar sin desfallecer en los niveles de microgestión, cada cual en su consulta o dependencia, mesogestión a nivel de cargos intermedios y macrogestión en alta dirección y estrucutras políticas como una urgencia para conseguir adaptarnos en tiempo y forma a las rápidas circunstacias de nuestra época. No podemos delegar lo fundamental en políticos que se deben a Lobbies o intereses de terceros y no a la soberanía popular que dicen representar. Recortar un 21% del sistema sanitario en 6 años no es defender al ciudadano precisamente. No es mantenible el discurso de crisis, si hay que recortar que se haga en cargos a dedo, asesores, subvenciones a partidos políticos, aeropuertos vacíos, obras públicas no pertinentes y en reducir el redundante aparato del estado (adminsitración central, diputaciones, comunidades...) que se duplica para mantener puestos de libre designación y una eterna ineficencia.
El ciudadano debe conocer lo que están haciendo con su dinero y sus derechos. Los profesionales sanitarios deben trabajar duro por mejorar el sistema desde dentro. Los gestores y políticos deberían apostar por la profesionalidad, la ética basada en valores y la defensa del interés social general.
Mucho por hacer.
Aprovecho para comentar un excelente post de esta semana de Pablo Simón que acabo de leer que coincide con la invitación de paso a la acción que el vídeo propone.
¿Quién se anima?