Melania Trump no defraudó las espectativas y su diseñador de los últimos tiempos.
Fue Ralph Lauren, diseñador americano que siempre se ha mostrado orgulloso de vestirla (recordemos que otros creadores de su país se han "negado" a ello), el autor de ese conjunto de vestido de corte recto y chaqueta en azul celeste de doble faz en cachemir, con un favorecedor cuello alto.
La sra. Trump estaba realmente espléndida. El color, a juego con sus ojos le sienta de maravilla. El recogido, muy apropiado para el diseño de la chaqueta, la elección de complementos, unos guantes de piel y unos zapatos de salón a juego, impecable.
Melania eligió unos brillantes como única joya.
Sin duda un estilismo clásico, que resistirá muy bien el paso del tiempo y que algunas voces no han dudado en comparar con el de Jackie Kennedy (algo que parece siempre inevitable).
La esposa de Donald Trump ha dado una lección de estilo y ayer también estuvo a la altura con un abrigo negro de estilo militar de la neoyorquina de origen hispano, Norisol Ferrari, apropiado para el acto en el cementerio de Arlington de homenaje a los caídos.
También el que eligió para la fiesta de la noche, la cena Union Station, un elegante vestido color champán de la libanesa Reem Acra.