Los melocotones justo acaban de aterrizar en el mercado (comienza su temporada natural de consumo, aunque ya es posible encontrarlo casi hasta en invierno). Deliciosos, tiernos, jugosos y fragantes; su carne amarilla, color proporcionado por un pigmento vegetal, conocido como betacaroteno (o pro vitamina A), aporta energía al sistema digestivo, tono a los músculos gracias al magnesio y a levantar el ánimo (Y tener mejor humor) gracias a su contenido en triptófano.
En el mercado encontramos diferentes tipos de melocotones, entre los que destaca los de agua y los de viña, siendo los primeros más ricos en agua, suaves en sabor y destacando por su tono más rojizo, y los de viña (y/o amarillos tardíos) su pulpa es más carnosa, amarilla o blanquecina, sólida e intensos al paladar. Todo esto puede variar un poco, en función de la región en que se cultiven. Los de Calanda por ejemplo son deliciosos, (son "amarillos tardíos") ya que su época clave se da a finales de julio o agosto en función de la temporada y el clima.
Pero eso no es todo:
El melocotón es rico en vitaminas del grupo B, pro-vitamina A (Betacarótenos), y minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, manganeso. Su alto contenido en agua (más de un 80%), hidratos de carbono y fibra le convierten en un alimento diurético, ligeramente laxante, fácil de digerir y alcalino. Si a eso, le añadimos que su contenido calórico es de 39 calorías por 100 gramos (aprox), podemos afirmar que es un alimento indicado en las dietas para perder peso o adelgazar.
Su rico aporte en nutrientes le convierte en un más que interesante alimento para luchar contra los radicales libres (antioxidante), y para tratar estados avanzados de fatiga ( ideal para deportistas, niños o personas convalecientes), ya que las propiedades medicinales del melocotón se encargan de regenerar las reservas energéticas a través de su rica composición en azúcares naturales y carbohidratos, a lo que se suma su gran contenido en vitaminas y minerales como he comentado antes.
Los melocotones son ideales para tomarlos solos, o en ricos batidos, smothies, zumos y sorbetes, en ensaladas, macedonias, cócteles y mermeladas. ¡Son excelentes para disfrutrarlos a cualquier hora del día!
¿Y vosotros? ¿Soléis comer melocotones a diario? ¿Solos o acompañados con otra fruta? ¿Conocíais sus propiedades? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!
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- Gemma Salas
- Junio 2, 2017
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- actualidad, adelgazar, alimentacion, belleza, bienestar, Comida, consejos, salud, Sin categoría, Todos los posts, vida sana
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En el mercado encontramos diferentes tipos de melocotones, entre los que destaca los de agua y los de viña, siendo los primeros más ricos en agua, suaves en sabor y destacando por su tono más rojizo, y los de viña (y/o amarillos tardíos) su pulpa es más carnosa, amarilla o blanquecina, sólida e intensos al paladar. Todo esto puede variar un poco, en función de la región en que se cultiven. Los de Calanda por ejemplo son deliciosos, (son "amarillos tardíos") ya que su época clave se da a finales de julio o agosto en función de la temporada y el clima.
Pero eso no es todo:
Su alto contenido en agua (más de un 80%), hidratos de carbono y fibra le convierten en un alimento diurético, ligeramente laxante, fácil de digerir y alcalino. Si a eso, le añadimos que su contenido calórico es de 39 calorías por 100 gramos (aprox), podemos afirmar que es un alimento indicado en las dietas para perder peso o adelgazar.
Su rico aporte en nutrientes le convierte en un más que interesante alimento para luchar contra los radicales libres (antioxidante), y para tratar estados avanzados de fatiga ( ideal para deportistas, niños o personas convalecientes), ya que las propiedades medicinales del melocotón se encargan de regenerar las reservas energéticas a través de su rica composición en azúcares naturales y carbohidratos, a lo que se suma su gran contenido en vitaminas y minerales como he comentado antes.
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