Melodía para una re-adjunta

Por Drajomeini @DoctoraJomeini

¿Habéis oído por casualidad una canción, que - como buena canción del verano que se precie - es más empalagosa y hortera que la Esteban en su punto álgido, llamada "El tacatá"? Es de un tal Tacabro, que es algo así como un Samuel L. Jackson hasta las trancas de Malibú. Pues yo estoy pensando seriamente sustituir el "I will survive" que me ha acompañado toda mi residencia por el Tacatá ese, ahora que estreno mi re-adjuntía. El viernes me fui a casa flotando como un globo al verme en el parte del lunes de Cirugía General como anestesista, anestesiera, anestesiólogo o como cuernos quiera que se diga. El fin de semana me repasé la Cirugía: indicaciones, protocolo anestésico, complicaciones...En fin, que llevaba un plan anestésico que era un primor. Sólo me faltaba bordarlo a punto de cruz. Pero llego al hospital y ¡Tacatá! Que los hematólogos han suspendido al paciente el domingo porque no hay sangre compatible. Que, como no tienes quirófano, ¿por qué no te haces un par de RTU? Ya, total. ¡Tacatá! Hoy tenía prolongación de jornada. El paciente era una vía aérea difícil de las de verdad. Venía yo dispuesta a hacerme mujer, pero...¡Tacatá! No había cama de críticos disponible, así que mejor te bajas a CPRE (Sí - nota para los no sanitarios - hablamos así, en plan selenita, todo con siglas). ¡Tacatá! Está claro que he sobrevivido a la residencia - aunque, a veces, todavía parezca una muerta viviente-, así que el "I will survive" no pega mucho ya. Ahora lo que toca es mover el culito de un lado a otro como buena A1. Y, para eso, lo del Tacatá es una banda sonora de la hostia.