Muy pocas cosas son tan fáciles de hacer como el membrillo casero, y sin embargo, son poquísimos los que lo preparan en casa.
Hay que comprarlo alrededor de octubre, y lo mas práctico, para empezar, es comprar unos 3 kg.
Se hierven durante media hora sin partirlos ni pelarlos, no lo intentes porque son durísimos, y una vez hecho esto, se dejan enfriar. Ahora sí que podrás trocearlos, y quitarles el corazon, y pueden conservar la piel.
Los trozos se introducen en una cazuela y añadimos, ojo, el azucar equivalente a la mitad de su peso, es decir, si tengo 2 kg de membrillo troceado, añadiré 1 kg de azucar ¡y nada mas!
Una vez llegados a este punto, volcaremos la pasta en un recipiente cuadrado, si puede ser, y no muy alto, en el que podamos cortar tacos de membrillo una vez éste se halla solidificado como para poder cortarlo (paciencia, pueden pasar hasta 48 horas).
La mejor forma que yo he encontrado para conservarlo, es envolver cada taco en film transparente y congelarlo.
Tendreis membrillo para todo el invierno.