Me remonto nuevamente al pasado, una vez más viajo en mi memoria para dar entrada en el blog a ésta receta que probé y aprendí a hacer en Madrid, hace ya muchos, muchos años, una menestra de verduras. Me la enseñó una gran mujer, una gran cocinera, la Sra.Antonia, quien me trató siempre como una más de su familia.
Fue en el año 1975 cuando por primera vez viajé a Madrid, a nuestras oficinas que a efecto comercial se daban a conocer como la “central” cuando éstas se encontraban en Málaga. Subí por primera vez en aquel inmenso y rapidísimo ascensor que me impulsó hasta la planta ocho de la famosa Torre de Madrid. Allí conocí físicamente por primera vez, a la que con el tiempo, a través de los años, de las vivencias profesionales, llegó a ser mi gran amiga: Ana. Una amistad, más allá de la amistad que fue creciendo y afianzándose con el paso de los años.
Pero fue a partir de 1980, cuando mi profesión me obligaba a viajar a las delegaciones que teníamos en diferentes ciudades de la península, casi cada semana a la gran urbe madrileña. Hacer inventario físico y administrativo, ferias anuales en Ifema, reuniones con comerciales y distribuidores, visitar importantes clientes, gestiones con Ministerios, convenciones y grandes exposiciones, escalas de vuelos, preparación campañas publicitarias, etc. etc. hecho éste que me acostumbró a hacer de los hoteles mis segundas residencias exceptuando en Madrid ya que Ana y su familia no permitían que ello ocurriera, su casa era mi hogar en Madrid.
Aquella amistad profesional se convirtió en una relación familiar, más que una amiga, una hermana. Ella, como nadie lo supo hacer sobrellevó los duros momentos a los que como responsable de la zona centro se veía presionada por mí cometido, yo era su “jefa” .Sabíamos separar el trabajo de nuestra gran amistad y así con el paso de los años, aunque ya no podemos hablar cada día, discutir, comentar o consultar nuestras vivencias, seguimos unidas como entonces.
Su madre nos tenía preparada cada día la cena que disfrutábamos junto a su marido y sus hijos. Ella es una señora ya muy mayor pero con toda la energía y vitalidad que siempre ha derrochado, agil, dicharachera, generosa, cariñosa y muy trabajadora. En su juventud fue cocinera de la alta burguesía madrileña y aún hoy en día, a pesar de su edad, sigue dirigiendo la cocina de su familia, preparando para sus hijos, nietos y bisnieta sus deliciosas recetas, como ésta menestra que ella me enseñó a preparar.
¿Cómo la hago?
Siempre con verduras de temporada, en ésta ocasión recién recogidas del pequeño y bien surtido huerto de un familiar de mi marido, en la zona de los pueblos de la rica Vega malagueña del Guadalhorce. Habitas tiernas, chicharos, alcachofas, berenjenas y zanahoria. El resto de las verduras también de temporada, de los mercados tradicionales de la zona: champiñones, ajos y puerros, acompañaron un rico chorizo, huevo cocido, una hoja de laurel, un chorrito de vino blanco Montilla-Moriles y tacos de jamón serrano. Las cantidades, al gusto personal, aunque personalmente añadiría al popurrí de verduritas unas yemas de esparrágos….
Para hacerla:
Pelar las alcachofas dejando prácticamente el corazón y partirla en dos trozos (si es más grande en cuatro), echándolas en un bol con agua y un chorreoncito de limón a fin de que no ennegrezcan.
Desgranar los chicharos (los guisantes) y reservarlos
Desgranar igualmente las habas reservarlas igualmente. (No tirar la vaina, picarlas para tortilla, revueltos o potajes).
Para mi amiga Ana, su marido, sus hijos, su nieta y en especial para la Sra.Antonia, la Yaya….”mi” yaya. En honor a una gran amistad que dura más de 38 años.....