La menopausia es uno de los temas de salud más hablados y comentados. De esta etapa se han expuesto sus síntomas, sus efectos, sus posibles tratamientos, e incluso los aspectos psicológicos más relevantes. Es cierto que la menopausia es una etapa de cambios, pero es necesario entenderla como un proceso natural y normal de la vida de todas las mujeres. Por ello, y solo por ello, es necesario liberarse de roles y prejuicios, y construir nuevas emociones para enfrentarse a esta nueva etapa.
Para poder afrontar esta situación, es necesario conocer cuáles son los cambios a experimentar, el por qué de ellos, y lo más importante, conocer las opciones que tenemos para poder elegir aquella que más nos conviene.
La menopausia y el sistema hormonal
La menopausia como el resto de etapas en la vida está controlada por las hormonas. Las hormonas son sustancias químicas, segregadas por el propio cuerpo, y que regulan los procesos vitales del organismo. Las hormonas, es aquello que origina tanto cambios y acontecimiento físicos como psicológicos. Por ejemplo, durante la niñez, son las hormonas tiroideas y la hormona del crecimiento las encargadas de los cambios asociados a esta época; Sin embargo, ya próximos a la pubertad, entran en juego las llamadas hormonas sexuales: andrógenos, estrógenos y progesterona.
Estas son las responsables de muchos de los cambios físicos que experimentamos y también, de la aparición de la menorrea (primera menstruación). De igual modo que el incremento de estas hormonas, originan el inicio de la edad fértil de la mujer, su descenso es el inicio de la menopausia.
En resumen, el sistema hormonal, regula nuestra vida; nos indica cuando es el inicio y el cese de nuestra edad fértil; siendo la despedida de esta etapa, el descenso del nivel de estas hormonas sexuales (principalmente estrógenos).
Cambios de la menopausia
Sin que resulte reiterativo, con la bajada de estrógenos supone el desencadenante de la menopausia, y con ello la aparición de numerosos síntomas, síntomas comunes a todas las mujeres: Pérdida de densidad ósea, irritabilidad, insomnio, cambios físicos, calores y sudoraciones nocturnas. De todos ellos, son estos últimos, los más frecuentes y molestos. Son los síntomas, que originan más visitas a médicos y ginecólogos.
Un cambio de pensamiento: las mujeres tenemos opciones
A estas alturas, os preguntareis cual es el signifi cado del título: Las mujeres tenemos opciones. Y es cierto, tenemos opciones, opciones para elegir como atenuar los síntomas y recuperar nuestra calidad de vida. Décadas atrás, los médicos y especialistas ponían en disposición de todas las mujeres la Terapia Hormonal de reemplazo (THR) es decir, sustituían el descenso de estrógenos con sustancias químicas, de forma similar a los estrógenos.
El tratamiento fue “indiscriminado” recetando a todas las mujeres por igual, a pesar de poseer distinta intensidad en la manifestación de sus síntomas. Años después, y tras numerosos estudios, se ha relacionado algunos problemas de salud, con este tipo de prácticas. Por ello, cada vez más médicos y especialistas comienzan el punto de partida en el uso de estrógenos naturales -o lo que es lo mismo fitoestrógrenos-, como alternativa a la THR y como solución a los síntomas menopáusicos.
Las isoflavonas, no son los únicos fitoestrégenos
Los fitoestrógenos son moléculas de origen vegetal. ¿Su peculiaridad? Poseen una forma similar a los estrógenos humanos. Esta semejanza entre ambas estructuras, ha convertido a los fitoestrógenos, en suplementos esenciales para mitigar los efectos menopáusicos. Como la THR, también esta existiendo un cambio en el uso de los fitoestrógenos; hasta hace unos años, eran las isoflavonas de soja, la fuente de fitoestrogenos más recomendada, pero cada vez más se está buscando otras fuentes naturales, como alternativas a la soja. Si fijamos la mirada en países europeos, como Francia y Alemania, observaremos que cada vez es más frecuente encontrar productos naturales, que tratan los síntomas menopáusicos y que están libres de soja.
Este cambio radical en el pensamiento, ha sido debido a numerosas circunstancias que se han ido sumando, y que han llevado a la consecuencia de un descenso en la confianza de productos de soja:
1. La soja y sus productos derivados son responsables de numerosas alergias; de hecho, se trata de uno de los 9 alérgenos más comunes.
2. El volumen actual de soja transgénica, se estima que representa el 90% de la soja cultivada. Por ello la probabilidad de que se pueda consumir soja transgénica es cada vez más alta.
3. Los estudios más recientes, demuestran una mayor efectividad que la soja, frente a los síntomas menopáusicos: Un ejemplo son los fitoestrógenos que proviene del lúpulo.
Cambio en la mentalidad, oportunidad del cambio
La sociedad actual, es una sociedad de oportunidades, una sociedad de información y una sociedad de conocimiento. La combinación de oportunidad, información y conocimiento, permiten, especialmente a las mujeres, poder elegir: elegir sus vidas y elegir cuál es la opción más adecuada para enfrentarse a los cambios, para elegir la opción de disfrutar de una mejor calidad de vida. Las mujeres tenemos opciones, el siguiente paso es conocerlas y elegir.