Alexander Vance
Quentin es joven y no es muy hábil con las chicas. Además, debe encontrar un trabajo porque en su casa hay problemas económicos. Tal vez este nuevo trabajo sea su oportunidad para solucionar ambas cosas… y es que, de pronto, parece haber encontrado una mina de oro y está haciendo el negocio de su vida. Quentin se está convirtiendo en un mensajero de corazones rotos, un exitoso empresario del desamor.
El servicio que ofrece es sencillo: por una pequeña suma de dinero puede entregarle a tu novia o novio una carta concisa y eficaz que le informe que estás rompiendo. Si cortar con tu pareja es difícil, ¿por qué no ahorrarte el mal momento y pagarle a alguien para que lo haga por ti? Nada más sensato que se encargue de ello un profesional. Y si eliges el paquete de lujo, incluso acompañará la carta con flores y bombones.
Pero el trabajo no está resultando tan sencillo como Quentin esperaba: algunas chicas se están desquitando con el mensajero. Y para colmo de males, ahora él también se ha enamorado…
Este libro, a pesar de que sentía que podía ser un poco infantil-juvenil (o sea para gente muy chavita, y no es que me esté diciendo vieja) por la temática, pero creo que la mercadotecnia que utilizó la editorial y que en todas partes hablaban maravillas del libro, era obvio que despertara mi curiosidad y curiosamente este libro lo conseguí escribiendo una carta como las que entrega Quentin en un concurso que realizó Magazine Sabotage.Fue una historia que me encantó. Es tan ligera tan entretenida que solo de imaginar lo que tiene que pasar Quentin me hizo soltar alguna carcajada y a la vez me daba ternura por el motivo que lo orilló a realizar esta actividad poco común para ganar un dinero extra y poder ayudar en su casa.Con personajes inolvidables y tiernos, con esa inocencia y el despertar del primer amor y que si lo vemos leyendo entre líneas es que es un libro que nos puede dejar aparte de una gran sonrisa en los labios es un gran aprendizaje de la vida, sobre eso que todos tememos, pero siempre buscamos que es el amor, la responsabilidad de aceptar nuestras decisiones sin escondernos detrás de algo y la madurez de afrontar problemas que quizá no nos corresponde pero cuando nos nace del corazón buscamos ayudar en la carga de alguien más. La verdad desconozco si existe esa posibilidad, pero aunque el final creo que fue el adecuado, es un final muy abierto dejando la posibilidad de una continuación.
Sin duda Quentin es lo mejor de la novela, su forma de ver la vida, de hacernos reír por las situaciones que se ve involucrado por ayudar a su madre y la evolución que podemos encontrar en él para su madurez.Aunque me exasperaba un poco, pero al final mujer jajaja Abby tan bipolar como todas, tan directas (que no la entienden), tan callada (que no la escuchan), tan habladora (que es ignorada) jajaja aunque sigue siendo una chiquilla, quiere, pero no quiere demostrar lo que sienta confundiendo a sus dos amigos. Y por supuesto, como ya lo dije, el mensaje que tiene ser el Mensajero de los Corazones Rotos, que no nada más implica terminar, sino lo que afecta a las personas.
La verdad lo único que podría decir es que me quedé con ganas de más.
Una novela fresca, ligera, entretenida, bastante entretenida, divertida y muy ágil es lo que encontraras en las aventuras de Quentin de ver el amor, la vida, la familia con otros ojos mientras va aprendiendo que las cosas no son siempre lo que parecen