Cookie (by Josh Hayes)
Cuando estoy de bajón, especialmente cuando parece que el mundo no puede ser un sitio más horrible, tengo un remedio que consigue atenuar lo suficiente la tristeza y el miedo. El remedio se llama Hugo y tiene cara de dálmata.
Es increíble lo mucho que los animales nos ayudan a hacer más soportables ciertos días. Simplemente están por ahí, llenando el espacio de calma (durmiendo a pata suelta), haciéndonos reír a carcajadas, dándonos cariño (algunas veces de manera desinteresada y otras no tanto) e incluso haciéndonos enfadar. Sin esforzarse demasiado consiguen ser unos compañeros inmejorables.
Richard Perez lo sabe bien, puede que ése sea el motivo por el cual se decidiera a homenajear a su gatos Buffins y Tibbles haciéndoles un esmerado retrato y creando este simpático blog en el que cualquier ilustrador puede aportar un retrato de su queridísimo felino.
No descarto hacer un retrato de Hugo disfrazado de minino, a ver cómo se lo toma…
vía: drawn