Tras este fin de semana en el que hemos atrasado las manecillas del reloj, parece que el clima se ha aliado con él, para ponerse definitivamente en plan otoñal...
Las primeras lluvias del otoño nos han sorprendido -para bien, eso sí- , dejando el ambiente limpio, pero también, bastante fresco, ¿no creen?
Pues nada para protegerse del airecillo otoñal que una acogedora merienda con pomelos y té caliente, después de regresar de nuestra tarea cotidiana, o antes de dar paso a la tarde-noche, movidita o relajada, como se prefiera.
Antes de colocarnos el foulard y el broche, aprovechamos el momento para echar un repaso a viejos libros de Art Nouveau, o para escribir por fin esa postal que llevaba tiempo esperando...
Feliz tarde a todos!!! Jen y Agatha.