Estamos contentos con el resultado. Creo que se ha ganado en agilidad y en comodidad y la lectura del cuaderno es, ahora, más amable y sencilla que antes. Por decirlo en pocas palabras: hemos quitado todas las pasas de la vendimia y creo que nos va a salir un "vino" más austero, más de aromas primarios, más directo y vivaz. También se ha introducido una mejora en las suscripciones. Hasta ahora el blog sólo ofrecía la posibilidad de la sindicación de contenidos a través de RSS. Ahora, cuando pinchéis (en la parte superior derecha) en "Suscripciones", os saldrá una tercera pestaña: "Suscripción por mail". Basta que uno escriba su email allí y lo mande. De forma automática, recibirá una respuesta, pinchará un enlace que se le ofrece y a partir de ese momento, cada vez que publique algo en el blog, tendrá aviso de la novedad. El segundo objetivo es más de reflexión sobre el papel del blog en relación a aquello que estoy empezando a hacer con Twitter. Si sustituimos Blogger y Twitter por las palabras que les definen en inglés me será más fácil explicar qué pretendo hacer. Frente a Twitter, bloguear es, ahora mismo, "macroblogging". Seguimos hablando de escribir en un blog en el sentido de sentirte dueño de tu propio medio de comunicación. Hablamos de hacerlo sin límite de espacio ni de caracteres, aunque los que saben de esto recomiendan no superar los 1000 por post. Hablamos de una compaginación personalizada y meditada de textos e imagen. Hablamos de la inmediatez en la interacción entre escritor y lector hasta el punto de que, no pocas veces, se cruzan los papeles y muchos lectores (para mi suerte) se convierten en escritores y protagonistas activos del blog.
Frente a esto, surge con fuerza imparable el "microblogging", que aquí personalizo en la herramienta que más se está usando si hablamos de texto e imágenes, Twitter. Si habláramos sólo de imágenes, esto tendría otro nombre. Si de vídeos, un tercero. He decidido someterme a la prueba y explorar las fronteras del lenguaje y de la descripción de vinos y comidas con la losa (por ahora muy pesada para mí) de los 140 caracteres. Hablamos de una compaginación de texto e imágenes que es la misma para todos. Hablamos de una compulsión en la escritura que roza lo frenopático. Hablamos de cómo controlar y hacerte tuyo este medio alternativo de comunicación que, en el fondo, puede servir para lo mismo aunque con ropajes distintos. No me interesa deciros "¡Hola, buenos días, hoy amanece nublado en Siberia!", ni cosas por el estilo. Me interesa (de nuevo la metáfora del vino) la idea de un "vino" de añada con maceración carbónica frente a un vino que tiene su buena fruta (¡sin pasas!), madera y necesidad de cierto reposo. Twitter representa, para mí, la oportunidad de encontrar un estilo distinto para hablar de las mismas cosas. No vais a encontrar allí opiniones sobre si la almohada del hotel es una porquería o sobre si el avión sale con retraso. Vais a encontrar lo mismo que en De vinis pero con un esfuerzo muy grande para ajustar estilo, lenguaje, formas y maneras de describir vinos y comidas a un formato que es el mismo para todo el mundo: 140 caracteres que se reducen drásticamente si enlazas una foto.
Para poder hacer este ejercicio que, dicho sea de paso, me apetece mucho, necesitaba que "macroblogging" y microblogging" compartieran un mismo espacio a los ojos del lector. Esto ya sucedía en Twitter porque todos mis posts salen automáticamente allí, en forma de enlace/tuit. Pero no sucedía al revés porque las herramientas para poner Twitter en Blogger no me gustaban nada. Hemos trabajado con Peter para arreglar eso. La segunda gran novedad es, pues, que al final de la página principal del cuaderno (y de cada página, vamos) y tras el post que aparezca, encontraréis los cinco últimos tuits que he escrito. Se ofrecen con el mismo estilo que los textos del blog, pero con un formato más libre y, claro, actualizado también al instante. Hay que advertir dos cosas: sólo pueden salir mis tuits (saldrán cinco) y si alguien se interesa por una conversación o tema, tiene que pinchar el enlace. La segunda es que este diálogo que me propongo y os propongo sobre dos formas de escribir bien distintas (hablaríamos del epigrama, brevedad y aguijón del tuit, frente a la poesía épica, reposo y meditación del post) pero sobre un mismo tema, me obligará a no escribir según qué cosas en Twitter. Porque claro, todo va a salir en el blog...Ojalá os interesen estos últimos cambios. Parecen sucintos y poca cosa, en la comparación con la versión anterior del cuaderno, pero para mí son importantes y me obligan, sobre todo, a replantear contenidos y formas de expresión. Por naturaleza, habrá temas y momentos que pedirán directamente "macroblogging"/Blogger, mientas que otros encontrarán mejor acomodo en el "microblogging"/Twitter. Para unos terceros, tendré que pensar con calma qué hago...En resumen, abandono el acomodo de las formas conocidas y con la "excusa" de esta redefinición tipográfica de De vinis (también hemos modificado mínimamente la plantilla de Twitter, pero allí es casi imposible personalizar...), me lanzo con armas y bagajes a la experimentación y a la búsqueda de los contenidos más adecuados para cada formato de blogueo. Termino: en esta reflexión, mi presencia en Facebook deja de tener sentido. Jamás creé contenidos específicos para FB que era, para mí, un mero repositorio de datos. Ahora tiene menos sentido todavía. Quien lo usaba como "alerta" para los posts nuevos, ya tiene resuelto el problema (con la pestaña nueva de Suscripciones).
Espero que os gusten las novedades y que me sigáis acompañando en este tramo de mi vida en el 2.0 de los vinos y sus comidas. Prometo dedicación intensa, pasión, subjetividad total pero bien argumentada, viajes, experiencias, voluntad de compartir aquello que vaya conociendo y aprendiendo y tanto placer como sea posible. Y por supuesto, siempre sigo abierto a que, también en esta reflexión metabloguera, vuestras opiniones y comentarios me hagan repensar alguna de las cosas que, ahora, veo bastante claras.